Ven, 29 Mai 2020, 17:48
Asunto: Re: El Correo Papalegüense (Quarantena va fan cu-cu)
Hay días en que las piernas parece que aún no han salido de la cuarentena. Ayer fue uno de ellos.
Sí, un paso adelante, y dos atrás, esa parece ser la dinámica de la reconstrucción músculo-esquelética del runner global, del que yo soy fiel exponente.
Así las cosas, no me quedó más remedio que tirar hacia la pecera de Las Lagunas. Concepto este, importado de las no tan lejanas latitudes de Teis y la Balbarda, y mínimamente modificado para satisfacer los gustos locales.
Lo cierto es que se hace muy cómodo, y más en días como ayer, con el bochorno novel de este ya bien adelantado cuarenta de mayo, que a la mínima sensación de malestar se vuelve uno para casa, sin necesidad de dar parte ni razón a nadie. Amén de que, con el termómetro subido a la parra, las calles se vacían de covidiots, y ya no es necesario andar zigzagueando por entre los presuntos supercontagiadores ultrasecretos.
El problema más grave, no obstante, sigue siendo la falta de motivación; la ausencia de carreras en el horizonte.
Dicen por ahí que se empezará, no se sabe cuando ni dónde, con pruebas limitadas a 200 corredores, mayormente galgos, y yo me pregunto: ¿Y por qué galgos, por favor?
Además, ¿quién define y delimita dónde está, quién es, el corredor 201? Porque el
corredor101 todos aquí sabemos quién es y dónde está, pero ¿y el 201? ¿Eh? ¿Qué tablas, algoritmos, registros oficiales, partidas de bautismo, revisión catastral, se emplearían para calificar, regularizar, reglamentar, recoger en el BOE, todo medido a la cojonésima, a esos doscientos afortunados, a esa élite inmune a las restricciones Covid…?
¿Sería la federación la que haría la criba? ¿Se publicaría la composición del comité de expertos? ¿Podría de verdad una carrera popular sobrevivir a su propia despopularización?
Son demasiadas incógnitas, incluso para Iker Jiménez, que acertó con lo del coronavirus, pero que al programa siguiente ya regresó, cual corderillo, a la cómoda rutina de los ovnis y las caras de Bélmez.
En fin, si las zonas de confort son lo tuyo, en una pecera urbana te sentirás como en el pasillo de tu casa, sin el peligro, claro está, de llevarte el taquillón por delante con los riñones.
Y al final, no hay mucho más hacia donde ir. Con las piernas en el estado actual, los 5,33 kms de ayer fueron un más que aceptable, y trabajado, abono en cuenta. Que tampoco están las cosas hoy en día para como darse una paliza, así, a lo tonto, sin venir a cuento, y estando en Huelva toda la fresa sin recoger.
Muy diferente sería la cosa de haber carreras de por medio. No quiero ni pensar en las que se van quedando atrás nonatas, angelitos al cielo, ni en aquellas a las que está a punto de pillar el toro, porque se me abren las entrañas.
Sí, el sumo sanedrín de Correr en Galicia ya discute los plazos del retorno, pero seguimos con la pugna, el tira y afloja, entre los lavadores obsesivo-compulsivos de manos y los macarrillas sin mascarilla, como en un bucle infinito.
La cosa va para largo. Mucha paciencia.
Esta publicación no es un juguete, no se la dé a niños menores de 100 años. No la arroje al fuego, ni aún vacía de contenido. En caso de intoxicación accidental acuda a la mayor brevedad posible al servicio de urgencias psiquiátricas más cercano.