Sáb, 15 Ago 2020, 10:28
Asunto: Re: El Correo Papalegüense (edición online)
Se acaban las vacas y se acaban los monos.
El jueves, con las piernas todavía bastante cargadas, optamos por hacernos a la mar en el kayak. Fueron pues casi dos horas de remo, entre Vilanova y A Illa, haciendo desembarcos y baños de placer en las playas en las que atracamos (sólo en la jerga naútica). Entre tanta embarcación de recreo, pesqueros y motos de agua éramos los únicos tan metidos a lo profundo que empleábamos la tracción animal.
Supuso, eso sí, un gran entrenamiento desde el punto de vista cardiovascular y como refuerzo del tren superior.
Y el viernes, por ayer, de nuevo, gracias a dios, monos aulladores de running. Los auténticos.
Una sesión en la que ampliamos algo la distancia, hasta los 9,27 kms, y que pretendía añadir al final una cuesta medianamente potente para compensar lo del día anterior, equilibrando cargas con los grupos músculo-esqueléticos del tren inferior.
Sí, ya lo sé, mucho hablar de trenes, inferior, superior… Nosotros que a duras penas nos salvamos de ser los dos vagones que Adif, a la chita callando, arrojó al Sil.
El tiempo efectivo de actividad fue de 53:28, sensiblemente mayor que el esperado en comparación con otros monos previos. Sin duda el ritmo se vio afectado, y bastante, por el paseo en góndola de la víspera, y eso que, como siempre suele pasar en las postrimerías del verano, ya voy dominando el gesto técnico de la palada, a lo indio amazónico de tribu no contactada. Algo similar a los radios de giro de la bici… Que ahora me empieza a picar el rasponazo de hace dos semanas, señal de que por fin empieza a curarse.
Otra buena noticia es que el pantalón que me autorregalé en navidades ya no me causa rozaduras. Ha sido algo sorpresivo, y de mucho alivio, como lo de aquel marido del anuncio que dejaba de roncar. Sobre todo teniendo en cuenta que es un pantalón de marca (no barato) y que me gusta bastante. Pero no quiero echar las campanas al vuelo, tal vez se deba al buen estado de forma, y quién sabe si los problemas no volverán en cuanto decaiga un poco…
No sé si esto es una despedida de los monos aulladores del 2020. Me he levantado un poco acartonado esta mañana, y no tomaré la decisión hasta más tarde de si echar, o no, al maletero alguna que otra sesión más de aquí a la tarde del domingo.
Me aterra pensar en la posibilidad de otro confinamiento salvaje (llevamos camino de ello), y el efecto diluyente que tendría sobre estos dos últimos meses de frenesí deportivo papalegüense, algo inaudito en toda mi trayectoria runner.
De hecho no hay más que mirar a los descalabros en champions de los equipos españoles (y antiespañoles), para comprender el efecto tan nocivo de una cuarentena como la que sufrió este país. En Francia, Alemania o Inglaterra no se prohibió hacer deporte por la calle, y ahí los tenemos, repartiéndose los fajos del confeti.
Sea como sea el devenir de esta peste del coronavirus, no se puede repetir el error de cercenar el que la gente salga responsablemente a correr, para luego dejarla sumirse sin más en la orgía contagiosa de botellones, terrazas y, en fin, menudeo verbenero.
Ahora nos lamentaremos, pero ser los más tontos de la clase no es fruto de la casualidad.
The Howler Monkeys Blues Band, performing all-time hit ballad "Summer's Gone", circa 2020.
Esta publicación no es un juguete, no se la dé a niños menores de 100 años. No la arroje al fuego, ni aún vacía de contenido. En caso de intoxicación accidental acuda a la mayor brevedad posible al servicio de urgencias psiquiátricas más cercano.