Dom, 23 Out 2022, 13:55
Asunto: Re: Diario de Gefreiter
Domingo 23 de octubre: Tras apenas entrenar los días anteriores para asimilar los entrenamientos previos, ya que me encontraba algo cansado, hoy tocaba el campeonato autonómico de 10km en Bertamiráns. De camino conduciendo ya me quedó claro que de la marca mejor olvidarse, porque el viento era muy fuerte y en ocasiones rachas casi de vendaval y llovía a cántaros. En el maletero del coche llevaba las voladoras y unas rodadoras ligeras y me decidí por estas últimas, porque como conocía el recorrido sabía que bastantes tramos (en las pistas) estarían encharcados y con hojas y ramas en las que se podría resbalar o tropezar.
Calentamiento un tanto atípico, por un lado por la lluvia y por otro porque no estaba claro si comenzaría a tiempo el campeonato, ya que el viento no dejaba instalar el arco de llegada y otro equipamiento. Al final no pude hacer progresivos. Hay que felicitar a la organización que consiguió que la prueba se desarrollase con relativa normalidad y sobre todo no nos tuvo parados en la salida más tiempo del imprescindible, puesto que en las condiciones de hoy hubiésemos partido con la musculatura aterida y el consiguiente riesgo de lesión.
El primer puesto de veteranos +50 ya estaba adjudicado, de manera que tenía que centrarme en conseguir colarme en el podio y no prestar atención a la marca porque hoy era imposible lograr un buen tiempo. Decidí correr por sensaciones y mirar lo menos posible el reloj, porque lo importante no era tanto que corriese a tal o cual ritmo sino la sensación de esfuerzo que registrase en función de las circunstancias.
En la salida, una larga recta que pica hacia arriba y con viento en contra, me integro en un grupo en el que está también el rival de categoría que me ganó en Brión hace dos semanas. La primera vuelta transcurre sin incidentes, más allá de pisar algún charco profundo para terminar de empapar bien las zapatillas. Ahora veo que los dos 5km han sido muy parejos, ha sido de las carreras en que he distribuido las fuerzas de manera más equilibrada.
Al inicio de la segunda vuelta me adelanta el rival de categoría al que tengo localizado y me pongo detrás de él. En ese instante vamos los dos junto con un corredor del Cambados. Es el momento más difícil porque es en subida y nos pilla de cara una racha de viento bestial. Me cuesta bastante muscularmente pero consigo llegar al final del tramo sin despegarme, de hecho me pongo a tirar en cuanto torcemos a la derecha tras el centro escolar y nos metemos en una pista llena de hojas. Había que andar con cuidado, también porque el viento había derribado varias señales de las que marcaban los puntos kilométricos.
Llegamos así hasta un corto tramo en descenso que hay en el km 7,6 aproximadamente y allí decido tirar un poco de la cuerda a ver qué pasa, cómo respondo yo y como responde él. En vez de bajar la cuestecilla conteniéndome incremento el ritmo, aunque casi resbalo al dar la curva en la que finalizaba porque había tierra y hojas a discreción. Es la famosa cuesta de la depuradora en la que hacemos tantos las series en Bertamiráns. Mantengo el ritmo algo y de reojo veo que he abierto una pequeña brecha con los que me siguen. Por delante tengo varios rivales y me motiva que les voy alcanzando uno por uno. No suelo disfrutar de la sensación de ir de menos a más en las carreras y la verdad es que es de lo más agradable.
Paso por la marca del km 9 y tras un repechito el resto va a ser picando hacia abajo hasta meta, es la recta que hemos subido anteriormente. Ahí ya puedo darlo todo, aunque los músculos me mandan señales de malestar. Como puede haber corredores de mi categoría a los que no conozca intento pasar a todo aquel que puedo y adelanto así a dos corredores más, aparte de asegurarme de que por detrás no se me acerque nadie.
Entro en meta al límite. La marca sería normalita en circunstancias normales pero las de hoy no lo eran ni mucho menos: 36:31, 3:39 el km. Nada más terminar el gemelo derecho amaga con contracturarse pero no lo hace. Al enfriar también me doy cuenta de que tengo un raspón considerable en el tobillo derecho. Supongo que en algún momento habré pisado una rama y al levantarla me habrá arañado el otro pie.
De camino al coche a ponerme ropa seca me encontré al ganador de mi categoría y tras felicitarle le pregunté su marca para compararla con la que había hecho hace dos semanas en el 10km de Coruña. Había necesitado unos 50 segundos más, para hacerme una idea de en qué marca podría haberme movido yo de haber tenido un tiempo más benigno. Se ha ganado con 31:27, bastante más lento que en un campeonato gallego habitualmente.
Como me quedaba cerca la finca fui hasta allá, me duché, piqué algo, bebí una infusión para devolverle el calor al cuerpo y regresé para la ceremonia de entrega de medallas. Al final fui 31º en la general y 2º veterano +50, le saqué cinco segundos al tercero. Por tanto satisfecho, las sensaciones fueron buenas y creo que leí bien la carrera. Los dos km más lentos fueron en 3:44, el más rápido 3:24, el primero. Pero es que el segundo más rápido fue el último, 3:32, todo según mi gps que de todas formas casi clavó la distancia oficial, me ha dado sesenta metros de más. He llegado entero al final pero a la vez dándolo todo, la combinación perfecta.
36 km esta semana pero da lo mismo. Como el siguiente domingo tengo la Pedestre, primero haré entrenamientos suaves para recuperar, el miércoles algo más exigente y luego a levantar el pie del acelerador para llegar fresco a la salida , que el recorrido se las trae.
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