Sáb, 04 Abr 2020, 0:11
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump
Cuaderno de bitácora. Sexto año del gato. Día 272. (3 de abril)
Nosferatu continúa por aquí y la vecina ha entrado en pánico. Que le va a contagiar a Sara y que llame a las autoridades para que se lo lleven. Ahora que habíamos dado un paso importante en las relaciones sociales después de que me trajese papel higiénico del supermercado.
Pues cogí el teléfono y vino, para mi sorpresa, la Policía local. Dos coches, tres agentes, cero mascarillas, cero aparejos de captura. Con las sirenas apagadas, eso sí. Se ve que andan aburridos y cualquier excusa les sirve para airearse. Ellos en uniforme, yo en bata, el enfermo mirándonos desde lejos y ninguno de los cuatro con ademán de ir a por él. Con lo que a su vez contactaron con un experto que se encarga de estos casos difíciles, le pasaron mi dirección y se marcharon en busca de otros entuertos que desfacer.
- ¿Ya lo cogisteis?
- No.
A gritos desde su finca.
Momento que aproveché -eran las ocho- para mis vueltas. Cinco kilómetros por los surcos, porque se nota claramente el camino que he marcado con tanta pisada en la hierba, asustando a los animales que huían en todas las direcciones. El jardín de gatos que se bifurcan. Borges, de simpatías felinas, lo habría aprobado.
Apenas acabado el entrenamiento y todavía en ropa de deporte, llega una furgoneta.
- Usted es... Dani, ¿verdad? ¿Ésta es su casa? Soy el señor Lobo. Soluciono problemas.
- Bien, tenemos uno.
Saca una vara con un lazo en la punta y se dirige decidido, derecho a... Eh... ¿Dónde está? Debajo del seto. Uf. ¿Uf? ¿Creía que se iba a entregar voluntariamente con las patas en alto? Ayúdame, ¡rodeémoslo! ¡Por ese lado! ¡Cuidado! ¡Se escapa! Giramos alrededor de la casa persiguiendo al pobre inválido, que aun así era con mucho el más rápido del grupo. Trescientos sesenta grados y de nuevo al seto, de nuevo repetimos la secuencia, de nuevo quedamos en ridículo. Y no hubo dos sin tres.
Para entonces, el espectáculo de ese hombre con la soga al final del palo, el vehículo blanco, esa caza sin preguntas, empezaban a recordarme vagamente a "Alguien voló sobre el nido del cuco". Un loquero parecía antes que un profesional (¿de qué, por cierto?), y el mío era el papel de enfermera Ratched. Pero Nosferatu, si hay que ponerle un nombre, corrió y corrió, renqueante, saltó la reja con dificultad y huyó a los campos, libre y mudo como el Gran Jefe Bromden.
Fallada la estrategia de jara y sedal, le aguarda la trampa de la jaula. El señor Lobo (versión AliExpress) la ha cargado con unas latas de comida que son irresistibles, asegura. Veremos.
- ¿Ya lo cogisteis?
- No.
Borges y su gato Odín
Como el Ave Fénix resurjo de mis lesiones
Última edición por DoctorSlump o Mar, 07 Abr 2020, 15:10; editado 2 veces