Fri, 14 Aug 2020, 16:58
Post subject: Re: El Diario Peregrino de Larpeiro (en la nueva anormalidad
22. THE LOSER
Los ultimos días se han cebado conmigo. Refiero por orden cronológico los 4 últimos días de entrenos y lo más anecdótico
dÍa1: idea de salir a rodar a un ritmo suave en torno a 5,20. Todo transcurre con normalidad hasta que se incorpora desde unos edificios un chaval jovencito que sprinta y para en lo que parecen series en ruta. El rapaz esquiva los bancos y árboles con soltura y energía. Yo sigo a mi ritmo y a veces lo adelanto. Pasan los minutos y veo que no, que el chaval no solo esquiva ágil, es que BUSCA los obstáculos, no para saltarlos, no para paso de valla, no para esquiva gente. No, solo los busca para rebasarlos de lado a pasitos rápidos.
Entonces escucho pasos a mis espaldas y me adelanta... ¡un descamisado, eso sí que no!
Aprovechando que mi ruta está concluyendo(y deberé regresar por donde vine), aprieto el paso con la esperanza de llegar antes al giro y meter en la saca un doble adelantamiento a sendos flipados.
El chaval cae sin problemas pero el descamisado y yo llegamos a la vez al giro y...ay de mí, vuelve sobre sus pasos.
Bajo un poco el ritmo sin perderlo de vista y los siguientes 1500 ms son una lucha para que no se me vaya mucho, pero se va. Entonces se para, casi lo atrapo, arranca de nuevo, se me va, casi lo atrapo y se para en seco reventado. A lo tonto, varios kms a 4,47-4,50. Más rápido de lo debido.
Día 2: nadando en la piscina todo el mundo me adelanta. Yo voy como siempre, pero ese día hay nivel. La inercia "perdedora" empieza a ser evidente.
Por la tarde unas series cortas de 100 metros. Y no, no soy un mono aullador.
Día 3: salgo a correr y llueve. No ha llovido en bastantes días, ojo. Pues es salir de casa y arrearle. Corro muy muy suave quince minutos para ver si escampa. Y parece que sí. Arranco con miedo al diluvio.
Y veo en lontananza la tonsura de un archirival antediluviano. Hace años que no me lo topo y no me apetece, no tengo las piernas para tanta fiesta. Mareo un poco la perdiz para darle distancia y comienzo mi entrenamiento.
Más o menos por donde me salió el descamisado me aparece dos tios, no sé de donde, porque no he escuchado sus pasos, con sendas camisetas amarillas, una más brillante que otra. Los muy mamones me adelantan y yo intento que no se me vayan mucho. Gracias a este esfuerzo, adelanto al tonsurado, que parece estar en más decadencia que yo. Magro consuelo, los amarillos se me van y yo los persigo un poco ampliando la ruta pero no me da para más. A la vuelta, el tonsurado ya no está pero me topo al rapaz raro que esta vez está... corriendo de espaldas.
Día 4: madrugo para hacer series cortas de 400. Empiezo la primera serie a todo trapo y... escucho pasos muy rápidos detrás mío. ¡Me van a adelantar haciendo un 400! Le doy más gas y controlo la situación. Termino el 400 y me aparto para ver pasar a los pocos segundos a otro puto descamisado que va a un ritmo que si es de rodaje, yo no podría aguantar a día de hoy.
La inercia negativa, loser está patente. No recuerdo que tanto flipadete pudiera conmigo. Y la verdad es que mis ritmos que nunca fueron buenos ahora son peores. Será el confinamiento, las cervezas o la edad. ¿Qué nos ha pasado a los de mi generación y similares? Antes molábamos y ahora nos adelantan, nos cuesta lo que antes era fácil o peor aún, nos parece aterrador y un peligro para nuestra vida robarle unas fotos a un añejo chucho que espera la inminente visita de la parca tras unos sólidos barrotes.
Saludos a tod@s