Lun, 07 Dec 2020, 9:35
Asunto: Re: Diario de Gefreiter
Como suele pasar, una vez me planteo que se acerca el momento del descanso anual pierdo la motivación y hasta me noto con menos energía físicamente, como si el cuerpo anticipase el parón. Esta vez con más razón todavía al no haber competiciones a la vista que justifiquen prolongar los entrenamientos. Esta mañana antes de salir tomé la decisión de parar hoy mismo. Aprovecharé que tengo un hueco entre las clases de la tarde para acercarme al centro de donación y dejarme 450 gramos de peso de una tacada.
Lunes 7: rodaje de 6 km a 5:50 por sacar al perro de casa básicamente.
Normalmente este es el momento de hacer balance de la temporada, pero este año no hay mucho que reflexionar por las circunstancias tan particulares que estamos viviendo en 2020. La temporada anterior terminó a finales de febrero. La vuelta a los entrenamientos coincidió con el inicio del confinamiento en marzo, lo cual dentro de lo malo no me vino tan mal como a otros porque pude insistir en los entrenamientos de fuerza, que era lo que tocaba. Por desgracia la vuelta de las populares se fue aplazando indefinidamente. Solamente pude correr el gallego de veteranos, donde llegué en condiciones regularcillas por culpa de factores extradeportivos ligados al inicio del curso, aunque al menos pude rascar una medalla de plata.
Por lo demás, más que una temporada al uso ha sido una pretemporada interminable, con mucho volumen y trabajo de fuerza. Quedó demostrado que con el trabajo de calidad reducido al mínimo el cuerpo asimila sin problemas un volumen alto, 80 km muchas semanas y con tiradas largas frecuentes a ritmos relativamente rápidos sin necesidad de descansar más de un día cada dos semanas. No he tenido prácticamente catarros ni molestias dignas de mención. En algún momento, allá por septiembre, tuve la sensación de que con unas pocas semanas introduciendo series hubiese podido alcanzar pronto una forma decente, pero como en otoño no ha habido competiciones no lo pude poner en práctica.
Ahora aprovecharé las últimas semanas del curso para levantar el pie del acelerador y a finales de mes volver en el plan que estaba ahora, con la esperanza de que esta pretemporada sea seguida, esta vez sí, por una temporada como Dios manda.