Dom, 02 Ago 2009, 9:53
Asunto: Re: nocturna vilagarcía
Bueno, después de una noche de lo más accidentada acabamos de llegar a casa.
Me gustó mucho la carrera, nunca había participado en una nocturna y tampoco en un circuito con tantas vueltas, así que ya sé lo que se siente al ser doblado.

Y estar siempre acompañado de corredores, los que van, los que vuelven, los doblados, los dobladores... animándonos unos a otros. Y un recorrido totalmente llano, mis rodillas lo agradecen de verdad.
Fue una gran alegría reencontrar a Tamariz después de casi dos años, a Tara una vez más, y a Gallego y Dolores, y a unos amigos de Tara cuyos nombre no recuerdo (él corría, ella se quedó con Montse comentando la prueba). A Banderas nos lo cruzábamos en la recta larga, él en otra liga. Y como una bala siempre delante Pedro Nimo. También encontrarme con gente de Porriño (Nando, un saludo si me lees).
Además estoy satisfecho de mi carrera, pues creo que por primera vez he bajado de los 4:30 en algún kilómetro (si la medición de 7,700 km es correcta). La primera vuelta y media la hice con los foreros citados (Tara, Tamariz, Gallego y Dolores) y después aceleré y remonté lo que pude (Juanotra y María bromeaban con que parecía que estaba doblando)., para acabar en un sprint a muerte... ¡por el puesto 185! Y cómo olvidar la entrada en meta en la vuelta 3, entre reconfortantes ovaciones... para Pedro, que llegaba detrás.
Después ya tuve que hacer una despedida a la francesa porque me entró una alergia brutal e instantánea que me convirtió en hombre-lagarto, así que continué la carrera hasta el centro de salud porque se me estaba hinchando la lengua. Los que dicen que hacen puenting porque es como un chute de adrenalina deberían probarlo (lo de la adrenalina), qué mal rollo. Y entre eso, la corticona y los antihistamínicos todo por vía intravenosa, oxígeno, traslado en ambulancia al hospital y toda la noche en observación (ni los tenis me quité, con el disfraz de corredor y el dorsal puesto), ya me queda un recuerdo imborrable de esta Nocturna de Vilagarcía. Montse, que estuvo sentada en una silla hasta que me mandaron para casa por la mañana, duerme ahora como una bendita.
Saludos,
Dani