Foros ›
Las Crónicas de la Vig-Bay III
Foros de debate / Carreiras Populares en Galicia
Respostar ao tema

Autor
Mensaxe
DoctorSlump

Foreiro Gatuno
Foreiro Gatuno
18/04/07
538 Carreiras
5897 Mensaxes
O Xibao, Tomiño
Respostar citando Envío Xov, 15 Abr 2010, 20:03
Asunto: Re: Las Crónicas de la Vig-Bay III

ardillita escribió:
Hoy es 11 y estoy en la salida.

Gracias por esto, ardillita.
toledano

Super Veterano
Super Veterano
4/07/08
0 Carreiras
2249 Mensaxes
OURENSE
Respostar citando Envío Ven, 16 Abr 2010, 8:00
Asunto: Re: Las Crónicas de la Vig-Bay III

Domingo, 11 de abril de 2010. Dos y media de la tarde en el puerto de Panxón.

- Cánto tempo sin vir por aquí.

Me dice Manolo, camarero del bar, al que hace muchos años, me acerco cada vez que quiero comer frente al mar, los mejores pescados que he probado nunca.

- E lojo, ¿qué che pasou?, ¿operachéste da perna, rapás?

- Non home, non. É, que veño de correr á Vig Bay.

- ¿Á Bimbai?

Manolo no sabe lo que es la Vig Bay. Su sonrisa socarrona, mientras se lo explico, delata sus pensamientos, al ver a entrar a un antiguo cliente que está cojo por “andar correndo os cás por ahí adiante”.

- ¿Desde Vijo?... Ti, toleache.


Y tiene razón,… con respecto al tiempo. Hace algo más de un año estuve en el mismo lugar.

También estaba cojo, incluso más, y había hecho 16 minutos menos que hoy. Tenía más dolor y, me creía, sin embargo, satisfecho por haber bajado 5 minutos, la marca del año anterior, corriendo lesionado ya de salida.

--------------
-------


A las diez de la mañana llego con mi mujer y mis hijos a Samil. He dormido muy poco. No doy llegado a la Kedada y, por un momento, me asusta pensar que es posible, que, entre la multitud de corredores, no sea capaz de encontrarme con mis compañeros de equipo: Pájaroazul, Oscarourense y Pipe, es decir, Pablo, Oscar y Felipe.

Correteo bastante nervioso calentando, hasta que los veo. Oscar, ante su primera participación, tiene dificultades hasta para hacer aguas y, el tiempo se nos echa encima.

Pipe y Yo, nos colocamos en la salida, frente al banderín de 1:45. Aparece Pablo, al que aún no había visto, que baja a saludarnos desde su posición más adelantada. Me alegro de verlo. Es curioso pero, casi somos los últimos de un pelotón de más de 3000 corredores. No oímos el disparo, bocinazo o señal de salida pero comenzamos a andar. Recorremos los 200 metros hasta la línea andando despacio, en casi 3 minutos eternos.

Por fín estamos corriendo, mirando al suelo para no pisar al de delante. Hacemos el primer Km. en más de 5 minutos y, nos damos cuenta que realmente hemos salido muy atrás, es decir, muy pocos habían respetado las marcas de salida.

Pipe, aquejado de periostitis y con escasos entrenamientos en los últimos dos meses, tenía la esperanza de poder llegar en un tiempo de 1hora 45 minutos, aunque sospechaba que sería difícil, entrar en el rango de 1 hora 50 también le valdría
. Por mi parte, mi tercera participación, con 1:48 y 1:43 los años anteriores, estaba claro que esta vez, con casi total ausencia de entrenamientos durante la temporada, limitándome exclusivamente a la participación en poco más de una docena de carreras, debido, gracias a Dios, a exceso de trabajo, cualquier marca sería buena. No obstante, como soñar no cuesta, intentaría llegar con Pipe a Baiona.

Medio en broma, medio en serio, (Esprintes inde nai, es el nombre de nuestro equipo), habíamos acordado, si llegábamos juntos, disputar al sprint una cena por todo lo alto.

En eso estábamos, transitando por el km 5, después de haber zigzagueado y cambiado el ritmo bastantes veces para adelantar y llegar a la posición que nos permitiera correr a 5 min./Km.

El día era espléndido de sol y de luz, casi sin viento. Correr por Samil, El Bao, Canido, Saians, Ver las islas de Toralla y las Cíes, la Ría de Vigo… es una gozada que no se puede explicar, hay que hacerlo.

Correr un medio maratón a una temperatura, en algún momento superior a 25º, después de un duro invierno de frío y agua, que nos acompañó hasta hace un par de días, es otra historia.

Impecable, el primer avituallamiento en forma de botellines de agua es, literalmente abordado por todos los corredores que, nos damos cuenta enseguida que hoy, el calor que tanto deseábamos algunos, iba a ser peligrosamente determinante.

Sin embargo, me encuentro bien. Noto, a diferencia de otros años que las cuestas me cansan un poco más pero, lo achaco a la falta de preparación. Pipe, se mantiene a mi lado controlando ritmos y tiempos con su forerunner, o como se llame el artefacto. Empiezo a pensar que, aún sin entrenamiento, con la experiencia de varias docenas de carreras, entre ellas un maratón, será suficiente para llegar en el tiempo previsto.

A mi modo de ver, la logística de esta carrera es impresionante. Motoristas, ciclistas, ambulancias, voluntarios, fotógrafos, policía, guardia civil, señalización… hacen que te sientas un corredor importante corriendo por ejemplo, una etapa del Tour de Francia.

Cada 5 km, avituallamiento de agua y en el medio de cada uno, acertada entrega de esponjas empapadas, entregadas por voluntarios, en su mayoría niños y niñas que se emplean tan a fondo en su labor, que me emociona verlos trabajar tan profesionales.

Había notado una “cargación” en el gemelo de la pierna izquierda, soportable pero, en el Km. 9, noté un agudísimo pinchazo. Tuve que aflojar el ritmo para controlar el dolor. No se trataba de un calambre, lo sabía. Pipe, mantuvo su ritmo y, se fue alejando no sin mirar constantemente hacia atrás, haciendo amago de quedarse conmigo. Le dije que tirara. No sabía si podría llegar. Tenía a mi mujer y a los niños en Playa América. Sin pasión alguna, me concentré en encontrar un ritmo de carrera que me permitiera llegar corriendo a la meta, incluso me entretenía pensar si llegaría fuera de control.

Fueron pasando los kms. El dolor era muy fuerte pero, al ritmo que corría, se podía aguantar. Me pasaban oleadas de corredores. Los conocidos se extrañaban de verme tan, tan lento. En ningún momento tuve necesidad de andar. Pasé mucho calor. En algún avituallamiento, pillé dos botellas de agua y me las echaba por la trasera de la pierna izquierda. Alguien puso una ducha de campaña en la carretera, desde su casa y, me supo a poco. El dolor se hacía más intenso y me concentraba en seguir corriendo. En la bajada hacia Playa América, una chica con una manguera-ducha era el centro de atracción.

La recta de la playa. En el medio, estaban mi mujer y mis hijos. Tenía argumentos para justificar tanta espera. No hicieron falta. Los que hace tiempo les “raya” que vaya a tantas carreritas populares, esta vez estaban animándome. Mi hijo me dio una botella de isotónica y mi hija, ya una jovencita que “pasa” bastante de su padre, me animaba a seguir mientras se afanaba en sacar fotos. A mi mujer también la vi “entregada a la causa”. Quizás fuera el calor. No sé.

La isotónica me sentó bien. El dolor era más vago. Poco a poco incrementé el ritmo y, empecé seriamente a pensar en llegar con una marca “decente”. Fue entonces cuando me dí de cuenta de que mucha gente ya no corría. Unos caminaban y corrían alternándose, otros caminaban con paso vacilante y alguno se sentaba al borde de la carretera.

En la recta de la Ramallosa, las sirenas de las ambulancias alertaban de que quedaba lo peor para todo el que se había esforzado más de lo debido. Vi a más de un corredor totalmente desvanecido sobre el asfalto, a algunos caminar como zombies y…confieso sinceramente que no sentí ninguna pena. En todo caso, emoción, algo de egoísmo, contento de no verme en su caso… no sé explicarlo. Eso sí, deseo que todos se hayan recuperado y, si alguno de ellos lee este panfleto, se esté ciscando en mi madre.

La llegada a Baiona, desde la Ramallosa, se me hizo mucho menos dura que otros años. Lógicamente, había hecho 11 kms. a un ritmo tan lento que, conservaba bastante fuerza aún.

No sentía el dolor. En el último avituallamiento, Km. 20, apuré el botellín de agua y me dije: “vamos a correr a tope”. Adelanté a decenas de corredores. Por la derecha, por la izquierda. Me metí en el carril habilitado para vehículos, pasé entre dos corredores que iban juntos. Era consciente de que estaba haciendo el lelo pero, también lo era de que me quedaba muy poco para disfrutar de la carrera que más me gusta.

Pancarta de meta a la vista. El marcador electrónico señala 1 hora 59 minutos 40-41-42-43…. segundos. Tengo que volver a salirme al carril de la izquierda si quiero cruzarlo antes de las 2 horas. Vengo revolucionado. Zancadas largas y rápidas. Un corredor entra al trapo, y disputamos 30 metros a todo ídem. Cruzo antes que él y por debajo de las dos horas. Tiempo neto 1:57:25.

Me encuentro con Pipe nada más cruzar la línea. Había entrado 30 segundos antes. ¡Qué pena de sprint nos perdimos! Llego hasta la zona de avituallamiento, más que ampliamente surtida, cojo un botellín de agua, me adentro en la pequeña playa del Parador y, sin quitarme las zapatillas me meto en el agua. Pudo haber sido peor. Estoy contento, tranquilo.

Había dejado el día antes una bici atada a un árbol para regresar a Playa América. Me doy cuenta de que casi no puedo andar. El dolor en el gemelo es ahora insoportable y se refleja ahora en mi cara cuando, entre la multitud me encuentro con Pablo.

- Me voy, ya hablaremos.



-----------------------
--------------


Le pido a Manolo otra jarra de Alvariño mientras veo, a través de los cristales un hermoso día de verano en Panxón, en pleno mes de abril.

- A prosima ves que corras a Bimbay, chama antes home.

- ¿Por qué o dís?

- Para avisar un veterinario, por si ves escarallado.

Me dice el muy cabrón elevando un poco la voz para el descojone del personal.

- Non cho vou decir.

- Ai sí. ¿E por qué non?

Porque, Manoliño querido, a mí no me gusta presumir.


----------------
----------------

Esprintes inde nai - ORT (Ourense Running Team)

Grelos, sexo, e muiñeira.
Bubela

Foreiro Senior
Foreiro Senior
31/10/05
0 Carreiras
582 Mensaxes
GALIZA
Respostar citando Envío Ven, 16 Abr 2010, 8:36
Asunto: Re: Las Crónicas de la Vig-Bay III

Que hermosa la lengua de Rosalía para ilustrar la sabiduría popular de un paisano de Panjón!
Con qué claridad refleja la sorna, la aparente ingenuidad del gallego!
Además las "j" de las gheadas aportan ese rasgo dialectal del Bloque Lingüístico Occidental tan nuestro de las Rías.
.. y esa interpretación libre de Bimbai... que divertido.
Realmente vivimos en un país sabio.. y bilíngüe.
wottle

Foreiro Veterano
Foreiro Veterano
8/11/05
0 Carreiras
1195 Mensaxes
celtiberia
Respostar citando Envío Ven, 16 Abr 2010, 18:00
Asunto: Re: Las Crónicas de la Vig-Bay III

Horizonte : 11 de abril de 2010,la Vig-Bay
Meses por delante para prepararla. Concienzudamente.

Cuidadosa elección del material deportivo:viaje a New York para adquirir lo último en tecnología:zapatillas con kiopreno espacial , ropa de última generación con eliminación fisico-química del sudor e incluso de cualquier otro fluido que pudiese brotar en carrera.

En previsión de que las condiciones atmosféricas fuesen extremas ,ya sea por frío ó por calor, mi equipo de colaboradores y yo programamos los entrenamientos en distintas latitudes: un mes en Finlandia y otro en Africa Central. Tiradas larguísimas , series agotadoras,alimentación milimétrica...la perfección más absoluta.

Domingo 11-4-2010. Las 10,30 h. Pistoletazo. Salgo como un tiro,adelanto a varios corredores que no resisten la brutalidad de mi arrancada y enfilo la Playa de Samil. Un ligero sol con una agradable brisa hace que el día sea perfecto para correr,lo aprovecho y voy devorando kilómetros... el 4 , el 4,100 , el 4,150 ..... tremendo ritmo,no miro a mi alrededor para que nadie crea que mi pose es de soberbia ,no quiero ofender ,pero mi superioridad es tan manifiesta que noto como sus ojos inyectados por la envidia se clavan en mi nuca. Lo siento,no puedo tener piedad.

La meta,al fondo ¿YA?. Increíble,se me pasó volando la media,como si fuese una carrera de 3 kilómetros. Paso bajo el arco y veo que el crono está apagado. Sin duda,no esperaban que alguien llegase tan pronto y los he cogido en pelotas. Miro mi reloj: las 14,50 h. de la tarde.Echo cuentas y veo que me merendé los más de 21 km. en solo 4h 20´. Tiempazo. No quepo en mí de gozo,merezco una buena cerveza,lo siento por los demás participantes pero no voy a esperar a que lleguen ni a que venga alguien de la organización a recibirlos .Porque no hay nadie aquí . Aún no. Quizá la falta de previsión len haya jugado una mala pasada,pero yo soy así, un fuera de serie.

Solo los genios somos modestos.
rapatundas

Foreiro infantil
Foreiro infantil
27/08/05
0 Carreiras
84 Mensaxes
ferrol
Respostar citando Envío Ven, 16 Abr 2010, 18:47
Asunto: Re: Las Crónicas de la Vig-Bay III

Cita:
yo soy así, un fuera de serie

Aplauso
Pájaro-Azul

Foreiro Veterano
Foreiro Veterano
9/05/09
0 Carreiras
1697 Mensaxes
Esprintes inde nai
Respostar citando Envío Dom, 18 Abr 2010, 20:07
Asunto: Re: Las Crónicas de la Vig-Bay III

Os mando una cronica de la carrera realizada por los mimebros del equipo esprintes inde nai

esprintes.blogspot.com...y-xi.html.

Saludos
OSCAROURENSE

Maratoniano
Maratoniano
8/09/08
0 Carreiras
6676 Mensaxes
Ourense
Respostar citando Envío Dom, 18 Abr 2010, 20:29
Asunto: Re: Las Crónicas de la Vig-Bay III

Pajaro, rectifico tu vinculo porque no funciona creo
la cronica:

esprintes.blogspot.com...ay-xi.html



y por si acaso la dejaremos tambien en letra aqui:
(EN EL BLOG VERSION CON FOTOS)

¿Qué decir?, todo empezó hace mucho tiempo, cuando Felipe anunció a bombo y platillo que ya estaba anotado al Vig-Bay, sin saber tan siquiera si lo podría hacer como bien reconoció él mismo en ese mismo momento.

Tito ya encendió la mecha y ya empezó a prepararse. Hablaba de planes de treinin pero al final sólo quedó en preparación psicológica para la carrera ya que como bien dice: "Gracias a la acumulación de trabajo en los últimos meses, no he podido entrenar en toda la temporada. Gordo y lento he estado en la línea de salida de más de quince carreras."

A Pablo, le dió por la coña de criticar, eso sí de forma saludable, la carrera, aunque al final reconoció su verdadera pasión por esta prueba.

A Óscar, le daba un poco igual ya que nunca se manifestó de forma clara sobre la misma.


Hugo nunca tuvo clara su participación, el amor y las almejas acabaron con él y pronto se dió cuenta de que no estaba preparado para el Vig-Bay.

Y así fueron pasando los días intentando entrenar de la mejor manera posible.

Y llegó el gran día en el cual, para ir calentando motores, Felipe y Pablo ya estaban contentos por la gloriosa victoria la noche anterior de su equipo el F.C. Barcelona sobre un mediocre Real Madrid C.F. en el campeonato de liga. Seguimos después de este pequeño inciso, que sino lo escribo reviento.

Óscar y Felipe, se habían ido a pasar el fin de semana con la familia a Playa América y Bayona respectivamente. Pablo llegó el mismo día de la carrera en compañía de Jose María y preguntando por Tito que no aparecía por ningun lado. Tenía pensado pasar el fin de semana en Playa América pero al final se tuvo que volver el sábado a Ourense y llegar justo para la carrera.

La primera actividad fue la foto de la kedada con los demás correlegas de Correrengalicia junto a la fuente de los peces... que ni nos pusimos en la fuente y algunos ni vieron los peces. Durante este rato echamos unas parrafadas con los corredores mientras Pablo iba a cambiarse de ropa.

Día de sol, de mucho sol y calor... y los Esprintes inde nai, casi al completo (Hugo no estaba en condiciones, muy a su pesar).

Nervios en la salida que hizo que hasta Pablo perdiese el dorsal, y menos mal que le dieron una copia en el stand de retirada de dorsales. Óscar hace varias visitas al pinar, sin conseguir su objetivo.

Óscar y Pablo se sitúan adelante, al final del cajón 1:25-1:35. Su objetivo, bajar de 1:33 y 1:38 respectivamente.

Felipe y Tito, fieles a la normativa internacional de las buenas maneras, se colocan al inicio del banderín de 1:45. Craso error.

Es la segunda vez que, en esta carrera, se colocan banderines o cajones de salida. En principio lo hemos respetado, pero la idea es no volverlo a hacer si la mayor parte de los participantes se pasan los cajones por… el forro. Spain is different y así nos irá. Dios no lo quiera.

Intuimos la salida porque, realmente, no oímos nada y, después de una andaina (de 1'20" para Pablo y Óscar y casi 3' minutos hasta llegar al arco de salida, para Felipe y Tito), tratamos de correr de la forma más normal que podemos. No lo conseguimos hasta el km 2.

Felipe y Tito corren en zig-zag, haciendo continuos cambios de ritmo para alcanzar posiciones de 5 min./km. Pablo y Óscar, cabreados por el lamentable espectáculo de los cajones, tratan de coger un ritmo por debajo de 4'30", cosa difícil debido a la cantidad de gente que iba en plan pachanga.

El calor aprieta. Óscar se va separando de Pablo y engancha con los "Afilados", Pablo no quiere arriesgar y, a pesar de que los tiene a vista a escasos 15 metros hasta llegar a la cuesta de Canido, donde a partir de ahí trata de coger un ritmo de 4'40", no quería forzar por el tema de sus molestias en la espalda. Óscar se va marcando un ritmo en la subida de Canido a casí 4'15", que trata de mantener.

Tito empieza a sentir el gemelo izquierdo un poco atenazado pero se encuentra bien. Felipe a su lado, dando ritmos y tiempos de su fore. Creen que van a conseguir su objetivo: la "bromita" del sprint en Baiona al que se habían retado días antes y era un aliciente más para disfrutar de una carrera grande. Tito se siente como un corredor en una etapa del Tour. Parafernalia, ambiente, logística, cámaras, público… se lo recuerdan. Van controlando el ritmo de 5' el kilómetro hasta la playa del Bao, incluso por debajo del ritmo. Felipe se da cuenta, antes de abandonar Samil, que le iba a costar correr, pues ya tenía demasiado calor y, después del puente del Lagares, le daba la sensación de que no le apetecía correr, no estaba motivado… y eso que la semana fue de un nerviosismo extremo por la proximidad de esta carrera. Antes de la cuesta de Canido aflojan un poco y suben “paseniño”, muy despacio, para afrontar el siguiente tramo que sigue picando para arriba.

A partir de ese momento Felipe y Tito se separan, Tito se queda con pena, por la cenita en los Abetos, que tanto anhelaba, y ve como Felipe, majestuoso, mantiene su ritmo majete mientras se pregunta si habrá alguien en Baiona cuando arribe, si es que arriba, y no se tiene que subir al coche escoba.

Felipe empieza a marcar ritmos de 5'30" que le cuesta rebajar. Hasta la bajada de Playa América consigue normalizar su ritmo en 5'15" aunque ya ha perdido bastantes minutos.

El pelotón multicolor serpentea buscando la sombra. Las niñas y niños de los avituallamientos de agua y esponjas no dan abasto. Se acaba el chafardeo, la peña corre en silencio.

Llegando al km. 9, a Tito le salta un muelle de la suspensión, provocándole un fuerte dolor en el gemelo izquierdo. Se acabó lo que se daba. No pregunten por qué pero, siguió corriendo, lentamente, pero corriendo. Consiguió llegar a Playa América, donde su familia obtuvo estas patéticas imágenes. Hay fotos que no deberían hacerse.



Si en la foto superior vemos a Felipe corriendo con gracia y estilo, en la inferior aparece Tito, desnortado que es observado por su familia mientras piensan cosas que son mejor no decir aquí.

A partir de entonces, el dolor de Tito se fué pasando y e´se fué despertando. El haber corrido tan despacio le había dado un respiro y, poco a poco, aceleró el paso.

¿Y que pasó con Felipe?, pues llega a Playa América y el fore comienza a pitar como un condenado. Lo mira extrañado porque no hay paso por km, y resulta que es el aviso del pulsómetro, que ha sobrepasado las 185 ppm. Y la verdad, no le extraña, iba super acelerado desde el principio. Viendo posteriormente los datos en el ordenador, desde el km 5 ya sobrepasó las 170 ppm y anduvo todo el rato en ese rango: 170 – 180. Ante este suceso, y viendo como las ambulancias iban y venían a todo meter, decide relajar mucho su ritmo. Le adelantan mogollón de corredores, adelanta a otros tantos que iban caminando. Le alcanzan Maricarmen y Sandra del Burgas y le animan a seguirlas. Imposible. Le dicen que lo importante es que no se pare. Imposible. Comienza a caminar para bajar pulsaciones mientras las ve alejarse. También se encuentra con Enrique (Tartaruga), que hace lo propio: alterna el correr con el caminar.

Cosa diferente fue ver a corredores tirados, atendidos por ambulancias que pitaban con cada vez más frecuencia. No queremos ser hipócritas, pero nos alegramos por no ser uno de ellos, es más, por ejemplo a Tito, no le daban pena, porque pensaba que él sí daba pena, y a mucha gente. Bromas a parte, Tito le pidió a Dios que ninguno estuviese grave.

Felipe, mientras, miraba todo el rato para atrás para ver si llegaba Tito y, por lo menos, podían hacer juntos la llegada a meta. Sigue como puede hasta el último kilómetro donde una chica de buen ver le dice: “¡venga! Que sólo queda 1 km!” le agradece sus ánimos pero la mira como diciendo: “ya lo sé… pero no puedo más…” En esto le alcanza Jorge, un chico de Ourense que conoció el año pasado en esta misma prueba y que se asombra de verle allí, caminando. Se une a él y saca fuerzas de donde no las tenía para que pudiesen llegar juntos a meta. Como no tenía a Tito para el sprint, le dice a Jorge si echan uno. Lógicamente pensó que le iba a decir que NO, y el muy jodido le dice: “vale, venga”. No sabía exactamente cuánta distancia quedaba, poca seguramente, unos 50 m. aseguro VOLÓ hasta la meta. Pulsaciones disparadas al llegar, mareo, arcadas... y en unos segundos ya se calmó.

Lo peor es que a sólo 30 segundos entra Tito, esprintando ante el estupor de más de uno que le dice, “pero a dónde vas a estas horas” y, como siempre, cruza la línea mientras siente… "una extraña y dulce sensación." Les dió una rabia terrible el no haber coincidido para su pique. Y Felipe lamentó no haber esperado por Tito en aquel tramo del km 9, porque seguramente hubiesen ido de otra manera e incluso Felipe no se tendría que haber parado. Tito se va para no herir más y… se mete en el mar.

¡Y nos hemos olvidamos de Óscar y Pablo!

Una vez pasada la cuesta de Canido, Óscar empieza a sentir malas sensaciones. Sólo quiere beber, no se encuentra cómodo, por momentos contempla el retirarse, pero de verdad. Jamás soportó el calor, y posiblemente corriendo sea el peor deporte para soportarlo, en muchos otros puedes tomar aire, relajarte unos segundos... aquí no. La salida a 4'40" por culpa de la gente tampoco ayudó. Llevaba 3 km y respecto del ritmo objetivo había perdido ya casi 1 minuto. Quizá igual se equivocó al darle caña subiendo hacia Saians: subió deprisa, por la sombra, pero al llegar arriba llegó el suplicio. Sólo pensaba en agua, beber, esponjas,... si en el 20 no llega a haber agua, se para allí mismo... tenía escalofríos del calor... y al final su ritmo cayó a 4'45" los ultimos kilómetros. Eso sí, el sprint lo hizo por equivocación ya que en vez de 1h 37'vió en el cronómetro de la línea de meta 1h 33" lo que le animó a realizar un sprint como vemos en la foto siguiente:

Y a Pablo ¿qué le ocurrió?, pues tan tranquilo a un ritmo medio de 4'40", hidratándose bastante bien. Aunque, al llegar al punto crítico de Playa America, de repente, a pesar de no notarse cansado, se queda sin fuerzas en las piernas. Con muy malas sensaciones a partir del km 16, empieza a subir su ritmo hasta 5' y luego 5'20". Empieza a jurar en aramero, le adelantan un montón de corredores, pero él va a su ritmo decadente, tranquilo, pero jurando en arameo. De hecho, con su semblante tranquilo, entra en meta... jurando, eso sí, en arameo por lo que fue y pudo haber sido.



Al final, ninguno de los cuatro Esprintes inde nai estábamos del todo contento; queríamos bajar nuestras marcas pero, el sol, el calor y demás avatares nos lo habían impedido... a Óscar, a Pablo, a Felipe, a Tito y a casi 3000 corredores más.

Así fue nuestra participación en el MM Vig-Bay del año 2010 y así os lo hemos contado. Volveremos.

Esprintes inde nai - ORT (Ourense Running Team)- El Equipo
Esprintes Ourense .- El club
La caña de España !
oscarunin.blogspot.com
esprintes.blogspot.com


Última edición por OSCAROURENSE o Mar, 20 Abr 2010, 17:16; editado 1 vez
Aline

Novo foreiro
Novo foreiro
23/07/09
0 Carreiras
29 Mensaxes

Respostar citando Envío Lun, 19 Abr 2010, 16:19
Asunto: Re: Las Crónicas de la Vig-Bay III

Esta era mi 2ª VIG-BAY a pesar de que el año anterior me prometí a mi misma que no volvería a torturarme de esta manera, pero como todos sabeis hay algo de adictivo en este deporte y yo, como no podía ser de otra forma…volví a caer.
Este año era diferente, había entrenado bastante más que la vez anterior e iba con la ilusión de sufrir algo menos, encontrarme más cómoda y disfrutar de la carrera.
He de decir que la “culpa” de mi recaída en esto la tiene, en gran parte, un pequeño equipo (3) a los que he tenido la suerte de conocer y con los que he compartido mañanas y tardes de entrenamientos, de frío, de risas, de ilusiones, de sufrimiento … A una de esas personas, en especial, le debo casi todo lo que soy corriendo (y no soy casi nada, que todo hay que decirlo) porque ha creído en mí antes que yo misma y me ha transmitido, con una ilusión casi infantil, todas sus experiencias, retos y expectativas en este deporte. Me acostumbré a correr con él e incluso a su lado mejoré en 8 minutos mi tiempo en una medio maratón. Habíamos hablado de ir juntos en esta Vig-Bay a pesar de que su rítmo es muy superior al mío, pero él quería tomarlo como un entrenamiento para la maratón .
A las 10:30 horas dan la salida y yo lo pierdo de vista. Empecé a correr intentando llevar el rítmo de los entrenamientos pero vi que no era posible, el calor me agobiaba de tal forma que sin haber empezado el 2º Km me di cuenta de que tendría que bajar el ritmo si quería llegar a Bayona.
Aún no había llegado al Km 5 y ya estaba derrotada, no sé si tanto por el calor como por la falta de mi querido compañero y amigo. Iba mirando continuamente hacia atrás, buscando entre la marea multicolor de corredores a la persona que podía hacerme aguantar todo lo que me faltaba, que podía hacerme olvidar el calor y el cansancio. En las subidas escuchaba sus consejos (ahora en mi cabeza) que tanto me habían ayudado entrenando. Me encontraba sola, en un desierto de asfalto y con un sol abrasador contemplando la escena desde arriba. Pensé en abandonar más de una vez. Intenté ir al ritmo de otros corredores pero no conseguía adaptarme, o iban demasiado rápido o se quedaban atrás. El tiempo dejó de importarme, sólo miraba el reloj para asegurarme de que los minutos iban pasando y así con ellos también los Kms. No estoy siquiera segura de cómo los fui pasando, sólo recuerdo que mis piernas se movían solas, sin vínculo alguno con mi cabeza que había claudicado hace tiempo.
Al llegar al Km 17 ocurrió algo que todavía no acabo de explicarme: una extraña fuerza me sobrevino y, por primera vez en toda la carrera, tomé el control de la situación. Estaba corriendo cómoda y me sorprendí a mi misma adelantando a gente que unos minutos antes me habían pasado a un rítmo muy superior al que yo llevaba.
Conseguí entrar en meta a un buen rítmo, pero sin tener a mi lado a la persona que me ayudó tanto entrenando. Tenía pensado darle un abrazo enorme al llegar, pero no ha podido ser, por eso le dedico estas palabras de agradecimiento por todos esos kilómetros que hemos compartido y que me han resultado menos duros junto a él. Ni que decir tiene que no conseguí mejorar el tiempo del año pasado, pero eso ahora es ya casi lo que menos me importa.





Podes publicar novos temas
Non podes responder a temas
Non podes editar as túas mensaxes
Non podes borrar as túas mensaxes
Non podes votar nas enquisas
Non podes adxuntar arquivos
Podes descargar arquivos