Lun, 10 Mai 2010, 11:13
Asunto: Re: 101 km PEREGRINOS
La Crónica
Realmente fui equivocado a participar en los 101 km peregrinos por el Camino de Santiago de Invierno, tengo el placer de conocer una buena parte del Bierzo, Las Médulas, Puente Domingo Flórez y otros enclaves y, realmente, son zonas con pistas de tierra relativamente fáciles de “ciclar”. Esta prueba fue concebida como un desafío extremo, con desniveles impresionantes, zonas especialmente pedregosas y barro, mucho barro, ¡qué digo!, ¡aún mas barro! en parte favorecido por la climatología, que decidió regalarnos con una lluvia persistente durante la mayor parte del recorrido.
Mis circunstancias son conocidas, soy ciclista de ruta con poca experiencia en “todo terreno”, mi BTT es rígida (probablemente la única en toda la prueba), lo que me llevó a padecer mi impericia en forma de mucha precaución bajando y de sufrir unas vibraciones que me han dejado los brazos y, especialmente, la mano izquierda un tanto machacados.
La prueba partió de uno de los estadios del complejo deportivo el Toralín de Ponferrada, en donde compartí un rato con 5 “riazores” y Alex que hace unos años salía de vez en cuando con nosotros, tramo neutralizado por el pueblo, salida por puente Boeza y falda del monte Pajariel, en donde tomamos contacto con la tierra, a partir de ahí se sucedieron subidas y bajadas con poco llano intermedio, bordeando los montes Aquilianos por pueblos como Toral de Merayo, Santalla del Bierzo, Villalibre de la Jurisdición, Priaranza del Bierzo, Santalla, Rioferreiros, Villavieja, castillo de Cornatel, Paradela de Muces, Borrenes, Orellán, las Médulas, Yeres y Puente de Domingo Flórez, donde ya habíamos completado unos 56 km, desde allí emprendimos el camino de regreso por una ruta diferente aunque volviendo a pasar por alguno de los mismos pueblos de la ida. Entre cada punto citado nos íbamos encontrando con un poco de todo, senderos cuesta arriba, subidas, “escaladas” y senderos cuesta abajo, bajadas y “caídas libres” entre pedruscos, tramos de tierra, otros con algo de barro y otros como para organizar esas famosas peleas en piscina de barro, vamos, como para pasarlos en piragua que, por otra parte, bien nos habría servido cuando tocó vadear algún río, alguno solo cruzándolo de lado a lado, pero algún otro para hacer tramos de entre 50 y 100 m por su cauce. Lo mas flipante fue el barro tipo “engrudo” que padecimos en 2 tramos, aproximadamente en los km 18-19 y en los 85-86, este se iba pegando a las ruedas haciendo que adquiriesen cada vez mas volumen, hasta que no había suficiente “paso de rueda” en la orquilla y comenzaba a apelmazarse formando un “tocho” que acababa por bloquear ambas ruedas, tarde o temprano todos acabamos sacando barro en varias ocasiones en cada uno de esos tramos, bien con palos, bien con las manos directamente, en el último tramo el asunto se puso peor porque era una subida bastante pronunciada y así resultaba imposible avanzar, tampoco era fácil empujar la bici al tener las ruedas bloqueadas y, si limpiabas, a los pocos metros volvían a bloquearse, acabé cargando con la bici durante un buen rato hasta que pillé un tramo de monte, que hacía mas duro el caminar pero que al menos no te pegaba barro, en esas ocurrió que un tío demasiado intrépido quiso comenzar el descenso con aquel “mazacote” y lo que consiguió fue que el barro se enganchase en el cambio y éste en los radios hasta que destrozó el conjunto quedando la bici inutilizada. Me vi obligado a caminar en bastantes tramos, unos en subida y otros en bajada, unas veces debido a las piedras y otras debido al barro y los profundos surcos que se habían formado por las roderas de los vehículos o por el agua según el caso.
En llano y subida me permití el lujo de adelantar a mucha gente, aunque en las bajadas siempre me pasaban otros, momento en que se notaban las carencias de mi montura y de mi pericia como ciclista todo-terreno. Con todo, tuve bastante suerte, ninguna caída seria (solo alguna prácticamente parado), varias veces pié a tierra “de emergencia” y ningún pinchazo, mientras fui viendo como otros pinchaban, rompían bicis de las buenas, alguna rueda hecha un ocho y algún ciclista en ambulancia (de los que me enteré, hubo uno con rotura de clavícula y otro con una tibia fracturada, aunque hubo mas).
Con todo esto, lo que yo pensaba que podría acabarse entre 5 y 6 horas me llevó casi 10, aunque no todo fue rodar, pues hubimos de sellar la carta de control en 6 ocasiones, paradas en avituallamientos, tramos a pié cargando con la bici, los comentados problemas con el barro y 2 paradas para dar manguerazo en los puntos vitales para desatascar cambios y frenos (con las consiguientes colas en estos casos).
Al final iba con el cuerpo molido, lo que mejor tenía eran las piernas. Consiguiendo llegar fuerte al último km, ya que conocía el tramo del río y una subidita corta pero envenenada que daba acceso al tramo final, tras el último paso pedregoso en el que me pasaron varios ciclistas, en esa rampa “botosa” en la que, o lo dabas todo en unos segundos o ponías pie a tierra, conseguí pasar de un tirón (para eso la había inspeccionado por la mañana, jeje), continué una media subida zurrando y pasando gente, para acabar en los cientos de metros restantes por asfalto rodando rápido.
En meta había un montón de gente, comprobaban los sellos de la carta probatoria, te hacían foto oficial y pasabas el control de chip.
Por lo demás, las opiniones acerca del recorrido generalmente destacan su belleza y dureza, hubo bastantes abandonos, tanto en carrera a pié como en bici. Las duchas con el agua entre tibia y fría, bocatas de jamón y queso, diploma y camiseta técnica de recuerdo.
Dorsal 678.
Tiempo 09:50:22.9 (qué tíos, hasta décimas")
Clasificación provisional
General: 283 de 1.295 inscritos
BTT: 247 de 724
Categoría civil mayor 35: 149 de 409
"La gente me pregunta por qué corro. Yo les digo: ¿Por qué dejasteis de correr?" (Jeremy Wariner)
porpiernas.blogspot.com