khene escribió: |
Llega agotado a meta, en los últimos puestos, después del sprint final, y tropieza con un embotellamiento. Desea sentarse o caminar y beber algo pero no puede hacer ninguna de las cosas. Con las pulsaciones todavía a tope (porque los lentos corremos con las pulsaciones igual de altas que los gacelos), se siente un poco mareado xx( . |
BlackMount escribió: | ||
Mis ultimos 400 metros de sprint iba haciendo ruido (bastante) al respirar: "iiiiihh ggggg iiiihhhh gggggg iiiiiiihhhhh ggggg" que hasta yo me asuste un poco, no me entraba aire, pero me quedaba nada y no me iba a parar Cruce la meta y casi me voy al suelo, me fallaban las piernas, asi q me apoye enuna de las vallas de la derecha a intentar coger algo de aire, cuando de repente una amable voluntaria me da 3 golpecitos en el hombro... "mi salvadora" pense, y abrio la boca "AQUI NO TE PUEDES QUEDAR!!!! TIENES Q SALIR DE AUQI YAAA!!!" me salio del alma, "si te parece me caigo en el suelo y a ver quien me mueve!! ¬¬" gracias salvadora por tu inestimable ayuda... |
lacastelo escribió: |
Reflexiono y tengo que dar la razón a varios de los foreros,,,la carrera de 10, punto. Lo de las camisetas, tonterías, el hecho de ver cientos de personas preparar con mimo la carrera, durante las semanas previas al evento, por el Paseo y que al final se vayan sin ella,,,tonterías, podeis ir al Corte Inglés y comprar una buena. El hecho de un puesto de avituallamiento único en el 7 y un agua al llegar,,,tonterías,,,cafeterías a raudales durante el recorrido, si teneis sed parais en los Porches u Orzán o Riazor y en una terrazita,,,que si la salida es estrecha,,,no, somos nosotros los que somos anchos,,,a adelgazar. Que si hay gente que viene de otros deportes y no les daban nada,,,es que somos muy caprichosos, a partir de ahora nada ni en las Maratones ni en las Medias ni en otras, a todo se acostumbra uno,,,y que estamos en crisis, hay que ahorrar. Eso sí, igual me empieza a parecer un poco mal el hecho de que haya premios en metálico, pero reflexiono,,,a entrenar más y a pelear por ellos. A federarme para no pagar la cuota,,,en otros deportes además de pagar la ficha se paga la inscripción, por qué aquí no? Por todo ello y reconociendo que me equivoqué en una primera valoración,,,espero que nada cambie y que todo siga igual,,,como el País.... |
khene escribió: | ||
Los gacelos corren una carrera, con gente animando (cuando la hay), con pocos corredores a su alrededor, sin apelotonamientos en la llegada, sin problemas de abastecimiento en meta, con opciones de medalla, y están hasta los huevos de camisetitas que van a regalar porque no las van a utilizar en la vida . Los que llevamos un tiempo en esto pero no somos gacelos, también nos da igual las camisetas y, si no llegan para todos, no pasa nada. Te queda un poco de cara de gilipollas porque ves un error organizativo, pero lo importante es estar con los colegas, la sensación que te queda después de la carrera (creo que son las endorfinas ) y das gracias a San Gebrselassie porque las lesiones te han permitido correr una vez más. Agradecemos un botellín de agua en la meta y todo lo que vaya más allá es «valor añadido» (como dirían en Súper 8 ). Estiramos bien y, al llegar a casa, cogemos la isotónica de la nevera, como después de cualquier entreno, y nos metemos un litro de líquido entre pecho y espalda. Otra carrera distinta es la del que está corriendo sus primeras carreras y le hace ilusión llevarse una camiseta de recuerdo. La enseñará orgulloso en casa, la llevará a entrenar y la usará en la siguiente carrera como diciendo «eh, chicos, yo también soy corredor que ya he participado en A Coruña 10» . Llega agotado a meta, en los últimos puestos, después del sprint final, y tropieza con un embotellamiento. Desea sentarse o caminar y beber algo pero no puede hacer ninguna de las cosas. Con las pulsaciones todavía a tope (porque los lentos corremos con las pulsaciones igual de altas que los gacelos), se siente un poco mareado . Diez minutos más tarde llega al puesto donde dan el agua. Bebe y busca la «calle» de las camisetas de su talla pero hay tanta gente que no se ven los carteles. Entre empujones y apretujones, consigue preguntar dónde están las camisetas de su talla y le dicen que no quedan. Le cae el alma a los pies . A continuación se indigna porque no es justo (no es cuestión de agradecer o no lo que te dan, ni de que por 5 euros te lleves una camiseta técnica más o menos chula a casa, sino de justicia ). Y todavía queda la humillación de llegar a casa y tener que explicarlo, a su pareja, a sus hijos, ... Por último expresa su indignación en este foro, protegido por el anonimato y arropado por los de su mismo parecer. Pues sí que corremos carreras distintas en cada carrera . Y todavía hay más pero eso es otra historia que deberá ser contada en otro momento |