Mar, 24 Abr 2007, 16:31
Asunto:
Por donde empezar, desde el domingo cuando acabó la carrera ya he escrito mi crónica cientos de veces en mi mente, agolpándose continuamente las sensaciones vividas, que antes, durante y después de la carrera han sido tan maravillosas, así que sigo en una nube.
Voy a empezar dando las gracias, a todos los que de una manera u otra se acordaron de mi (y de todos los que allí estábamos) durante este fin de semana, y en cierta manera corrieron conmigo porque sentía su presencia . GRACIAS, al pueblo de Madrid y demás porque el apoyo fue increíble, durante las casi 4 horas me sentí una persona importante y Gracias a la organización porque, a pesar de no estar muy accesible la feria del corredor, el resto estuvo de 10.
De los foreros de Correr en Galicia que allí coincidimos, nada que contar porque son increíbles que hace que las veladas de antes, durante y de después sean espectaculares.
Me voy a centrar un poco en mi carrera, que empezó el sábado por la noche con el avituallamiento sólido y líquido de la cena (líquido yo poco porque no soy un gran bebedor de cerveza), me fui tarde a la cama, dormí poco y madrugué mucho para poder desayunar. En la cafetería, ya eran casi las 7, coincido con los que vienen de marcha y con los que van a la marcha (una pareja de Burgos y con un corredor del Milla de Oro de Ames? y Sra. Con los que intercambio unos saludos y ánimos). A las 8 horas 15â?? como un clavo en el lugar de Xuntanza, después de las primeras emociones, calentamiento nulo y a esperar que den la salida, donde nos repartimos en distintos autobuses (el mío está formado por
Jabelo, Marola y un servidor, y a veces se subían Makoki y Barrachina). Traspasamos la línea de salida tres minutos después que se hubiera producido la misma (es que éramos más de 11.000, con camisetas de todas partes de España y del mundo). Salimos lentos, mejor, por encima de 5â?? 35â?, pero no me encontraba del todo bien, ya que el sábado estuve muy preocupado porque tenía unas molestias, a la altura de los tibiales de las dos piernas, que me dolía incluso andando (y mira que anduve el sábado por Madrid) y que hizo que pensara que a lo peor era mejor no correr, pero el domingo esas molestias no aparecieron.
Bueno como os decía, pasamos el kilómetro 10 por encima de 55â??, y en el kilómetro 11 después de mi tercera parada a mear (me lo tengo que mirar), quedo descolgado de mi autobús, pero hay tanta gente alrededor que me acuerdo de la canción del Liverpool, en este caso, â??nunca correrás soloâ?, van pasando los kilómetros y con una ligera molestia en el talón de Aquiles, pienso si tenía que haber comprado otras zapatillas porque a lo mejor las mías ya están un poco cascadas, pero seguimos haciendo camino. En el kilómetro 17 llego hasta el globo de las cuatro horas, y cuando llego a Sol (kilómetro más o menos 18) me llegó otro subidón más, ante el espectáculo que ofrecía ese número ingente de personas animando, poco después â??alcanzoâ? a
Jotaeme (para mi a pesar de lo que has sufrido, de 10, porque aparte de llevar poco tiempo corriendo, su preparación ha sido de esa manera, así que un orgullo) y cuando vuelvo a estar a punto de enlazar con
Marola y Jabelo, tengo que parar por QUINTA VEZ
a mear. A la altura del 25 los vuelvo a alcanzar y dudé si quedarme con ellos o seguir al buen ritmo que había conseguido establecer durante toda la subida de Príncipe de Vergara y realmente fui egoísta y después de saludarlos, los adelanté y me fui pâ??adelante, al poco alcanzo a
Mr. Dixie, increíble fuera como dentro de la canchaaa, intercambio unos saludos y sigo mi marcheta que me permite ir a un ritmo cómodo, a pesar de los kilómetros, eso si continuamente bebiendo y emocionándome con cada detalle que veía, oía y sobre todo sentía a mi paso. Del 25 al 35 vuelo, (entiéndase como volar dentro del contexto de correr un maratón rompepiernas, del calor que hacía y de quien se trata), pero mi cabecita me dice, cuidado que el tío del mazo puede aparecer en cualquier momento y trato de regular. Hacia el 38 alcanzo a dos corredores que llevan puesta la camiseta de la Unión (no de la Unión Gallega, impresionante
Yomismo, sino de la Unión Deportiva Salamanca) paso por medio de ellos, cantando el Hala Unión y con lágrimas en los ojos, el subidón me dura hasta que veo las Ventas, y me acuerdo de La Glorieta en Salamanca y cuando de pequeño iba a correr por allí y que sirvió de base para que el 22 de abril de 2007 fuera maratoniano, pero aparece la cuesta, que subo sin parar pero bastante lento, ya que parecía una etapa del Tour, gente agolpada a las cunetas y un camino por donde pasábamos como mucho de dos en dos. Remonto la cuesta y bajada, no muy rápida hacia el Retiro donde me emociono pero no mucho más que en determinados momentos durante la carrera. Veo el reloj a la entrada y está más de 3 minutos por encima del mío pero que más da, he acabado la maratón sin sufrir en demasía, y disfrutándola desde el principio hasta el fin. Recojo la bolsa de avituallamiento y me comí todo, menos la medalla que allí había. Me voy reencontrando con todos los compañeros que habían llegado, a
Yosi ni le conozco, de lo fresco y feliz que lo veo (197 en la clasificación final, es mi ídolo), nos empezamos a preocupar por
Jotaeme y Sin-Chan de los que no tenemos noticias pero esperamos que ante tal mogollón, se nos hubieran escapado sin verlos.
Volvemos,
Marola y yo, ANDANDO, para el Hostal, ya que no encontramos la boca de metro, y en el hostal estiro, me ducho y me acicalo que hay que seguir disfrutando de Madrid con los compañeros pero eso es otra historia.
Ya acabo, no queriéndome olvidar de todos los que pensaron en ir a correr pero que por unos motivos u otros no pudieron (pienso en estos momentos en
Aguita y Afiador), pero que sepáis que nos acordamos de vosotros porque es triste preparar algo y al final por causas de fuerza mayor no poder ir. Va por vosotros.
Y quería dedicar mi primera maratón, a mucha gente, porque realmente por haberla corrido, no soy una persona mejor pero realmente me siento mejor, así que no quería dejar de dedicar lo siguiente:
Km. 0: a mi trabajo que hizo que volviera a hacer deporte, como una válvula de escape de los problemas que me genera.
Del kilómetro 1 al 10: a todos los que componemos la página web de Correr en Galicia, sin ella yo seguiría trotando por ahí adelante pero sin pensar en xuntanzas que tanto me gustan y llenan.
Del kilómetro 11 al 20, a mis padres y hermana que me encaminaron por el buen camino de la vida.
Del kilómetro 21 al 30, a Loli, sin los esfuerzos de ella, esto no sería posible.
Del kilómetro 31 al 40, la zona del muro, a todos los que me han dado su aliento físico y psíquico (el 35 especialmente dedicado a Julio, al fisio donde voy, que ha hecho que me olvide de mis problemas de principio de temporada, y el 39 a José Carlos Tuñas por ser y estar.
Del kilómetro 41 hasta el final, a mi.
Espero poder seguir corriendo para disfrutar de todos vosotros. Saludos y próxima estación con parada Galarleiz?
Os quiere,
Fema
HALA UNIÓN, siempre estarás en mi corazón. Unión sólo hubo una. corunacomarca.blogspot.com.es/