Xov, 12 Xuñ 2014, 16:22
Asunto: Re: LA DIETA PALEO
A ver, voy a intentar tomarme en serio el tema.
En primer lugar, el tema de las dietas.
Al abrir el tema, killoke nos manda a una página que empieza:
“ Todos los detalles de la dieta paleo, qué comer y qué evitar. Empieza ya fácilmente a perder peso y tener una mejor salud siguiendo los pasos de nuestros ancestros.”
Perdonad por mis comentarios irónicos, pero para mí es imposible tomarme en serio un artículo que empieza así.
El otro día escuché una entrevista a un nutricionista en la que le preguntaron si creía que la dieta Dukan tenía algún beneficio. Contestó: indudablemente, para el Dr. Dukan.
Y a continuación añadía que una dieta para que funcionara tenía que ser equilibrada, constante a lo largo del tiempo y que permitiera modificaciones en función de las características de cada individuo.
Como no se suelen cumplir estas premisas, los nutricionistas estiman que un 90 % de la gente que se somete a una dieta aumenta de peso en relación con su peso inicial, a medio plazo.
Creo que todos somos ya mayorcitos y sabemos que una alimentación equilibrada y variada, es la mejor. Eso sí, complementada a ser posible con actividad física. Llevo 30 años en ese camino, sin apenas variaciones de peso importantes, y no me va mal.
En concreto, hablando de la dieta paleo, me parece que no es una mala dieta. Al fin y al cabo es bastante más completa que la mayoría de las tonterías que salen anualmente.
Es muy simplista datar en el Paleolítico, hace unos 2,85 millones de años, la fecha a la que tengamos que retrotaernos para buscar la alimentación ideal.
¿Por qué no a hace 35 millones de años, cuando aparecimos los primeros primates?
¿ O a hace 245 millones de años, cuando aparecimos los primeros mamíferos?
¿ O mejor, a hace 408 millones de años, cuando aparecieron los primeros anfibios, de los que somos antepasados?
De hecho, he empezado a tomar el agua de mar Quinton dado que mis antepasados han pasado cientos de millones de años en el medio marino y espero que el agua la reconozca mi cuerpo para reparar un poco mi maltrecho organismo. De utopías también se vive.
Los animales y las plantas que comemos en la actualidad en nada se parecen a los que existían hace millones de años. La evolución genética, la selección por el hombre y las hibridaciones han transformado totalmente las especies.
Mayor influencia aún tienen en nuestro organismo los pesticidas, fitosanitarios, antibióticos y otros medicamentos que suministramos más o menos indiscriminadamente (producción intensiva, integrada o ecológica) a los seres vivos de los que nos alimentamos.
La elevada cantidad de antibióticos que consumimos a través de nuestra dieta carnívora nos hacen cada vez más vulnerables a las enfermedades, lo que unido a la cada vez mayor resistencia de las bacterias a los antibióticos y la cada vez menor investigación por parte de los laboratorios en nuevos antibióticos siembran un futuro nada halagüeño.
En cuanto al pescado, que consumo 3 días a la semana, podemos elegir entre la pesca extractiva, con restos en los animales de numerosos metales pesados y otras toxinas con las que inundamos ese gran basurero que para los humanos son los océanos o la cría en piscifactoría, muy parecida en tratamientos veterinarios a la cría intensiva en tierra.
El tipo de alimentación de la que disfrutamos hoy en día, especialmente la dieta mediterránea, es consecuencia de la evolución en nuestros hábitos alimenticios, los cuales en el pasado eran mucho menos variados y con graves desequilibrios nutricionales.
No creo que debamos obsesionarnos con la comida. Afortunadamente, hoy tenemos a nuestra disposición gran variedad de productos, tal vez demasiados. Yo en particular, intento comer lo más variado y natural posible, fijándome no sólo en la calidad de los productos sino en la huella de carbono que han dejado en su producción, transporte y comercialización. No considero nada respetuoso con el medio ambiente comerme un producto ecológico que ha sido transportado desde Nueva Zelanda.
Soy pesimista en cuanto a la calidad de la alimentación en un futuro cercano. Es demasiado sencillo decir que debemos consumir más cereales en vez de convertirlos en proteínas animales. Para ambos procesos necesitamos energía, un bien cada vez más escaso y sin soluciones viables a medio plazo.
Un dato. Se gastan 2 litros de petróleo para producir 1 kg de carne de vacuno en régimen intensivo, pero para producir el equivalente en proteínas vegetales, también necesitamos una cantidad de energía considerable.
Por cierto, troglodita es un adjetivo que deriva de la lengua latina y que tiene su origen más lejano en el griego. Se emplea para calificar a los seres humanos prehistóricos, que habitaban en cavernas, aunque también se utiliza para nombrar a personajes que, supuestamente, tienen la apariencia y se comportan de manera similar al hombre de la Prehistoria.
Por lo tanto, la dieta paleo bien se puede asociar con ser, desde el punto de vista alimenticio, un troglodita.
Siento haber entrado en este tema a lo loco, sin saber lo que digo. Perdonad, que estoy llegando a casa y me tiene que abrir mi mujer. VILMA, ÁBREME LA PUERTA
Hasta siempre, trogloditas.