Xov, 15 Xan 2015, 11:03
Asunto: Re: Diario de Gefreiter
Mc 14: tenía poco tiempo pero saqué para un rodaje tranquilo de media hora , lo indicado para un día entre series. Flexiones de brazo.
Jueves 15: bajé a Castrelos. El día ideal para hacer series: lluvia, frío, viento y charcos a discreción. Primero 24 minutos de carrera continua, técnica de carrera y seis progresivos. Tocaban 15x300 con un minuto de recuperación, tiempos entre 47 y 50 segundos.
Es un entrenamiento que en condiciones normales me gustaría pero hoy estaba todo en contra, tanto yo como mis circunstancias, poniéndonos orteguianos. Visto el panorama, al salir de casa me había decidido por unas zapatillas de rodaje, porque con ese tiempo no tenía sentido ponerme las voladoras. Comencé las series y desde las primeras ya vi que sería imposible cumplir los tiempos marcados porque aparte del tiempo todavía no me había recuperado del todo de las series del martes y tenía sobre todo los gemelos bastante cargados desde el primer momento.
Las primeras series salían a 50 segundos, luego ya fue cayendo alguna a 51 e incluso a 52. Hacia el final ya terminaba cada serie "buscando la lentilla" y boqueando. Estaba siendo uno de esos entrenamientos que no queda más remedio que aguantar y terminarlo, aunque fuese superando los ritmos establecidos. El penúltimo 300 lo hice en 55 segundos, ya al mismo ritmo que los últimos 300 metros de las series de mil del martes, y el nº 15 dándolo todo salió en 52 y gracias.
En fin, por lo menos terminé las quince series y aunque fueron más lentas de lo debido di todo lo que tenía, de manera que espero que los efectos sean los que se buscaban. Supongo que habré pagado el hecho de pasar las series de mil del lunes al martes, porque en condiciones normales hubiese tenido dos días de recuperación entre las dos sesiones de series y en cambio sólo tuve uno, pero en conjunto valió la pena porque el lunes estaba demasiado cansado.
Doce minutos al trote cochinero de vuelta a casa. El toque surrealista estaba por llegar. Primero estiro en el portal y luego subo a mi piso. Cuando salgo del ascensor hay dos chicas delante de mi puerta (no, no saquéis conclusiones precipitadas que no va la cosa por donde estáis pensando
). Yo estaba de lo más seductor, con las gafas empañadas, empapado como si saliese de una piscina, con barro hasta en las orejas y con una respiración a lo Darth Vader producto de tanta serie. El caso es que las dos interfectas me preguntan si vivo en ese piso. Les digo que sí y me responden que hace unas semanas me pasaron un folleto por debajo de la puerta. En concreto me "anunciaban la liberación para todos".
Como mi cerebro estaba en esos momentos en servicios mínimos pensé en dos posibilidades: o venían por la reasignación de los canales de tv, aunque no me tenían mucha pinta de antenistas, o por algo relacionado con la telefonía, porque veo anuncios para "liberar" móviles que no sé qué quiere decir pero tiene un tono épico a lo Espartaco de Kubrick que no deja de intrigarme. Todo se aclaró cuando prosiguieron "lo dice la Biblia, se acerca el fin del mundo y traerá el paraíso para toda la Humanidad". ¡Acabáramos! Yo estaba en medio del pasillo goteando y pensando en mi duchita caliente y una vez comprobado visualmente que estas estaban chaladas pero no eran de la modalidad que hacía las visitas con el Kalashnikov les respondí que íbamos a acabar mal y que mejor que fuesen a salvar a otro (estuve por darles la dirección de Yomismo pero me faltaron reflejos). Al menos conseguí evitar una discusión teológica, aunque mientras se marchaban me lanzaron un par de frases comprensivas tipo "mucha gente reacciona así" y "ábrele tu corazón a Jesucristo y lo verás todo de otra manera".
Luego me quedé pensativo, porque si de verdad llega el fin del mundo para qué c... estoy entrenando yo como un galeote
.