Lun, 23 Mar 2015, 9:48
Asunto: VIG BAY 2015.
Lo mismo digo, Tintín. Me hubiera encantado saludarte y charlar contigo, pero como en la llegada nos separan 20 minutos y 4000 personas, es tremendamente complicado. Enhorabuena, porque he visto que hiciste un carrerón.
La Vig Bay siempre es especial. Para los que competimos poco, aún lo es más. Y cuando es, tal vez, la última de mis populares en Galicia - última es un poco drástico, vamos a dejarlo, siempre, en penúltima-, es el colmo de lo especial.
También especial porque conocí a algunos compañeros foreros en la fotokedada. Mira que soy puntual, y a las 10,13 me acerco a la fuente de los peces... y la foto ya se había hecho. Lo bueno es que, implorando, conseguimos que se hiciera otra. Tuve la suerte de estrechar la mano de Dr. Slump, a quien he leído tanto que no fue una mano desconocida, conjurado con sus globos sesenteros para hacer de liebre. De San Mikel, a cuyo diario sigo también. A Baoes, un ejemplo de perseverar en la afición. A Sonsuso. Y, por supuesto, a Meigalicix, a quien ya conocía - bueno, ella de primeras no me conoció, se ve que sin gafas soy otra persona
-. Me faltó Papa Leguas, otra vez será.
El día, magnífico. Demasiado magnífico. Ya en la salida se veía que iba a hacer telita de calor. Escaso viento.
Como lo de los colores es un cachondeo, y es el talón de aquiles de esta carrera para ser perfecta, después de la quedada fui yendo para atrás hasta que encontré a uno de mis correlegas de los sábados, y allí me quedé, rodeado de dorsales de todos los colores. Tardé 33 segundos en pasar la meta, casi la mitad que el año pasado, pero los dos primeros kilómetros imposibles. No quise perder fuerzas en zigzaguear: Aprendiz, cuando la carrera se estire, tú coges tu ritmo. Por tanto, por encima del ritmo objetivo hasta la cuesta de Canido, en esa subida y hasta Mide cogí un buen ritmo, iba muy bien y suelto de piernas. Antes de la carrera, había pensado no tomar agua hasta el km 10, pero cambié de idea desde la misma salida, y bebí religiosamente en el 5, 10 y 15, y me refresqué con las esponjas en todo lo demás.
Aproximadamente desde el km 3 tuve a la vista a la liebre de 1,40. No sé si iba muy rápida o salió con los galgos, pero hasta el 7 no la alcancé. Ahí la sobrepasé, muy suelto y muy chulito, al ritmo de un portugués con piernas kilométricas.
Km 10 en 45.20, y como una moto, me quedaban piernas para rato. Encima, en bajada hasta Panxón, a 4.16. No es que fuera a hacer MMP, es que iba a desafiar a Lolo Penas en cuanto llegase.
Pero, ay!. Ya sabía que la segunda mitad era perra, pero el año pasado no la sufrí tanto - porque el año pasado hice los 10 km primeros en 48,30-. El calor se fue comiendo el glucógeno a poquitos. Cuesta sostenida del polideportivo, un dolor. Monte Lourido, un dolor - al menos, a ratos, había sombra-. Casi no pude ni sonreir a los gaiteiros, desperdiciaba fuerzas. Última tachuela -la re-subida a Monte Lourido hasta llegar a la carretera. Y ahí, a darlo todo. Tenía fuerza, pero no velocidad. Apretaba y apretaba, y los km a 4.40 y 4.45, bajo un sol de justicia. La gente se paraba a andar, alguno directamente se tumbaba, sonidos de ambulancias. Pero yo no era de esos, yo no me iba a parar, por mis pelotas.
La recta final se me hizo eterna, muchísima gente animando, iba a hacer marca personal, pero no mis anhelados 1.37. Al final, tiempo neto, 1,38,30, mi mejor marca en Media Maratón, superando en dos minutos la del año pasado - 1.40.24-. Puesto 1243 de 4788 llegados. Una vez que se me pasó el disgusto del 1.37, comprendí que la marca estaba muy bien, que eso de bajar dos minutos pues no pasa todos los días y, en general, todas esas cosas que piensa un medallista de bronce superado al final.
Como dato, desde el paso del km 14 hasta el final me superaron 33 personas. Fueron más, pero algunos se retiraron, y a los menos, los pasé yo.
Enorme carrera, enorme ambiente, enorme bolsa del corredor, enorme altura de la organización callando todas las bocas que se pueden llegar a callar por el precio de la inscripción - hubo hand bikes, hubo medallita de finisher de los cojones, hubo una tienda de ultramarinos en la bolsa.... y hubo camiseta seca al llegar, impagable-. Los que competís habitualmente decís que es una de las mejores de Galicia, si no la mejor. Espero en mi nuevo destino tener reservado ese fin de semana para correrla año tras año. A ver qué tal se da. Un saludo a todos.
Hazlo, o no lo hagas. Pero no lo intentes.