Sáb, 28 Mar 2020, 15:25
Asunto: Re: Diario de Freaky (NO correr en Galicia)
Ayer toqué fondo. Mis sesos estuvieron reflexionando y me decidí. Primera reflexión: ATUENDO: Mis Mizuno roídas, tritraje negro, camiseta negra también roída por el sol, gafas de sol para noche, pucho Decatlon negro, braga gris (no puede ser la fosforita). Un ninja warrior. HORARIO: Cinco y media de la mañana, se mantiene la oscuridad, la ciudad duerme, fresquel... Salí. A la Calle Magistrado Manuel Artime en sentido ascendente. Pensé: "En la Glorieta de Cuatro Caminos fijo que hay vigilancia". Avancé por Magistrado a 6:15 de ritmo, cauto. No sé porqué la fuente estaba encendida, con sus luces de colores, sus chorros tipo Las Vegas, supongo que para subir la moral a los taxistas. "Mierda, los taxistas...". Antes de llegar a la zona de la parada me camuflo como Chuck Norris, cambio de acera hacia la Calle Primavera. Le doy un par de palmaditas a mi frustrado coche, ea, ea… y decido a la velocidad de la luz el siguiente paso. Es importante callejear. No debo ir por plazas, ni avenidas, ni estadios, ni María Pitas. Tengo que evitar los lugares con visibilidad, con luz... Tiro por la Primavera hacia abajo, en dirección a la Plaza de la Palloza. "Mierda... el Juzgado de Menores", ahí seguro que Sauron tiene apostado a alguien... De lejos los veo, a los nacionales, uno fumando fuera del coche, y el otro dentro, con mascarilla mirando al móvil. Tiro hacia la Estrella Galicia, por ahí hay un túnel que atraviesa una comunidad de edificios hasta la Cuesta de la Palloza, al otro lado de la plaza. El túnel de los psicotécnicos, pues está al lado de Tráfico. En este momento acelero, a 5:15, no puedo permitirme el lujo de que un pasma de ventana me vea, y me grite. Ahora los pasmas de ventana están en cualquier sitio, armados con un móvil, con su zoom y su cuenta al día con el Ministerio del Interior. En cuanto entro en el túnel los pasos, que trato hacer sigilosos, me delatan. El eco se oye por toda la ciudad, mis zancadas de vaca, los jadeos pornográficos, empieza a ladrar un chucho en el segundo piso, se enciende una luz. El ritmo aumenta a 5:00, el disparo de adrenalina contra las posibles jarras de agua, sanciones y represalias me hace llegar a mis ritmos límite. En la Cuesta de la Palloza tengo dos opciones, o tirar por Linares Rivas (por el puñetero centro, lugar de la última del 8M), o subir la cuestita peatonal que me lleva hacia Fernández Latorre. Opto por lo segundo. Es una calle de poco tránsito, medio peatonal y tiro por ella hasta llegar a la Avenida de Lavedra. Vuelvo a encontrarme en un cuello de botella, joder, o tiro para el centro (lo que sería un suicidio administrativo), o cruzo el semáforo y me aparto del meollo subiendo las escalerillas de cemento que conectan ese semáforo con el final de Juan Flórez. Escaleras duras. Reflexiono y concluyo que el puente de Juan Flórez suele ser un lugar tranquilo, de mucho tráfico, pero no a las cinco y media de la mañana. Sigo. Según llego a la parte alta de las escaleras veo que no hay nadie, puedo seguir. No voy a arriesgar. Voy a subir la Falperra, si tiro por la Falperra para arriba, malo será que no llegue al principio de Los Mallos y me pueda callejear las Casas Baratas para llegar al Parque de Santa Margarita. Allá vamos, inicio el ascenso por Falperra a 5:30, bastante rápido, pero el ritmo no se nota, el chute es mortal, subo a gran velocidad, sin lesiones, sin dolores, sin jadeos. "Mierda, mierda, mierda...". Acabo de salir en primer plano por la cámara de control de tráfico del 092. La he cagado sin papel. El ritmo de ascenso por Falperra es de 4:50, ni en mis mejores sueños. Está claro que me han visto. Llego a la Caixa Galicia que hay al final de la Ronda de Nelle. Si voy hacia la derecha, el parque, si voy a la izquierda, vuelta para casa. Le echo huevos y tiro pal parque. Los ritmos ya ni los miro, ahora estoy llaneando a través de las Casas Baratas, el eco es mortal, los perros ladran, un gatos tira las latas que hay sobre un contenedor. "Venga, venga… que llegas a la pasarela". Al llegar a la Avenida de Arteixo la pasarela me garantiza un acceso directo al parque, al 2% de rampa de discapacidad. Allí podré entrenar con tranquilidad, sí. No calculo la jugada, y al cruzarla, el mismo 092, supongo que asesorado por la cámara de reconocimiento facial, ha mandado un coche a detenerme, se ha coordinado con la UME, y con el 091. Ambos encienden las luces de cruce y las chicharras. Doy la vuelta en una maniobra, no sé si más indigna, más imprudente o más cantosa de lo que debería y bajo corriendo Pla y Cancela, una cuesta con pendientes del 14%. Es entonces cuando las rodillas empiezan a sobrepasar el límite del dolor, del placebo, de la metadona y de la adrenalina. Vuelvo cagando leches a través de la Plaza de Santa Lucía, lugar maravilloso antaño, pero plagado de coches, cuestas, farolas que no soy capaz de prever. "Ay, Dios...". El golpe contra una señal de stop es como un cuchillo que penetra mi orgullo. Bajo por el Pasadizo Pernas, con la idea de que toda la representación de la Administración haya quedado atrás y tenga el camino despejado hasta casa. Ritmo impresionante. Paso por la parada de Taxis, que antes evité con tanto cuidado. Uno de ellos se despierta y no se lo cree, cuando se pone las gafas, como quien ve a Bin Laden coge la radio y avisa, avisa y avisa a quien debe. Ciudadano ejemplar.
Llego al portal. Al final, un buen entreno. 3 km más o menos, ritmo de 4:23. MMP de la temporada. MMP de toda mi historia.
Vuelvo a la cama. Aún me da tiempo a despertarme.
(F.T. o lo que es lo mismo, ficción terapéutica).
Mañana toca mar.
Gracias 101, Ghose, Juan y Nando.
Más o menos el rulo funciona tal cual comentáis. Hay que hacerlo por partes, bajar de vez en cuando, soltar manos y levantar un poquito cada cuarto de hora, pero vale la pena, y mucho. Yo conozco a gente que se levanta... pero tienen nivel de maestros.