Dom, 03 Mai 2020, 18:24
Asunto: Re: Diario de Freaky (Entrenos en la 3ª fase)
Cierro la semana 7 de cuarentena, 35 de normal. Seguiré con esta nomenclatura hasta que pueda nadar.
Hice esta mañana el Circuito-Concello. Lo normal en mí es hacer un entreno ciclista de forma circular (en el mapa). Es lo que me va, sin forzar demasiado, variado, sin pasar dos veces por el mismo sitio. La situación de pecera de los ciclistas en Coruña era completamente surrealista. Los ciclistas bien podrían circular en un radio de 30 km, pero autorizarlo es liarla más. La forma del circuito de estos días es una araña. Entras en Coruña sales de Coruña, entras, sales. Cada entrada o salida son 5 km, más o menos. Para hacer 55 km hay que entrar y salir unas cinco veces. Así fue.
Salí a las 7:30 de casa. Había luz suficiente y una temperatura más que decente para entrenar, así que fui ligero de ropa (dos capas). Tiré hacia el centro, Dique, Torre y todo el paseo. Un calentamiento de 10 km dando bastante brasa, imposible en otro momento del día, y de la historia contemporánea coruñesa. A las 8:00 metiéndole brasa por el centro del paseo marítimo de Riazor sin que ningún cuatro ruedas diga ni mu. Primera pata de la araña: Millenium hacia la depuradora, subida hacia el Monte de Bens, me adelanta un ciclista. No está la cosa para coñas. Muchísima gente en bicicleta que da pie a las picadas. Yo pienso que me quedan 40 km de rampas, con lo cual lo dejo ir. Al llegar a la puerta de abajo de Bens el tío se desvia por la nueva senda que va al Ventorrillo. Au Revoir. Bastante gente paseando en solitario por la carretera de Bens, por el Parque de Bens, e incluso por los arcenes de la carretera. Increíble, inaudito.
Si tiro hacia la depueradora me meto en Arteixo, cojo hacia la izquierda y subo hasta La Grela. Otra gozada. La Grela completamente vacía, engancho la recta del Dolce Vita a toda leche, con un par de ciclistas que tratan de seguir a mis 90 kilos, en bajada siempre tengo ventaja. Me fumo los semáforos que hay en la zona del Comcor. Ciencia ficción. En rojo, a 40 km/h y no hay rastro de humo de ningún vehículo motorizado.
Siguiente pata. Tiro hacia Pocomaco. Gente a mares paseando por el polígono industrial más feo que se ha parido. A mares. Muchísimos ciclistas haciendo llaneo en grupo. En grupo mal. Pues sí, en grupo. Engancho por el Polígono de Vio, una rampa de 150 metros de desnivel hasta un nuevo límite con Arteixo, en un sitio que le llaman El Quinto Pino (no es coña). Es una rampa dura pero no le hace falta todo el desarrollo. Bastantes de montaña bajando. Todo el mundo saluda. Al llegar a la glorieta de arriba vuelvo a rozar la ilegalidad, así que doy la vuelta y bajo esa rampa en menos de un minuto, cinco me costó subir.
Siguiente pata. Tiro hacia el cementerio de Feans, salgo de Pocomaco entre miles de ciclistas: aficionados, pros, puriles... casi todos algo más lentos y arranco por una zona habitual en mi ruta a Oblivion, subo al cementerio y al llegar al límite de Arteixo doy la vuelta. Allí me encuentro a Arco Iris. Arco Iris es una réplica mía, puril, gordo, carretera, cutre... pero en lugar de ir de negro sacerdote lleva un arco iris en la espalda. El baja y yo subo. Me saluda.
Siguiente pata. Tiro por la carretera de Uxes hasta arriba. En el kilómetro 5 entro en Arteixo. Me sorprende no ver a una patrulla del 092, una al menos. Molaría llegar al kilómetro 5 y encontrarse una de esas cadenas de pinchos. Según estoy ascendiendo, ya casi arriba de todo, Arco Iris da la vuelta. Me vuelve a saludar, esta vez con una sonrisa seductora.
Ahora pienso si me compensa subir la Zapateira por La Vedra o por la universidad. Arco Iris le tira bien en la bajada, y al volver a llegar a Pocomaco lo pierdo por el polígono mientras me meto en el carril bici peor fraguado de Galicia, por la parte de atrás de Feans, entre Feans y la 3ª Ronda. Que pena de sitio. Con lo que valió ese carril bici habría mascarillas de sobra para una semana.
Última pata. Voy por detrás de Derecho, por delante de Económicas y tiro hacia el Castro de Elviña. Aquí la densidad vuelve a subir. La gente de la zona de la Cabana, está entrenando por la zona. La rampa de acceso al campus de arriba es mortal. Mi velocidad por momentos desciende hasta ir más despacio que los paseantes. Parece que las piernas aguantan. Al llegar a Arquitectura me espera el postre. El acceso desde Aparejadores hasta Filología es otra rampa de subir haciendo eses si no te quieres caer. A partir de aquí es sorprendente la cantidad de corredores que veo. Imagino que la mayoría son de Valaire. Atravieso Valaire hasta el depósito del Club de Golf, donde me vuelvo a encontrar el cartel. Benvidos a Arteixo. Vuelvo a divisar en la distancia a Arco Iris, que debió subir por la carretera general en vez de por la universidad. Cuando nos vemos, ya nuestra relación pasaría por unas copas y un hotel, pero como están cerrados, pa casa.
Doy la vuelta y bajo a nivel de mar a medias de 60 km/h tratando de pillar a Arco Iris que esta vez tira por la universidad. Yo bajo por la general. Llevo dos horas y pico encima de la bicicleta, son las diez menos cuarto, se me acaba el tiempo. Voy a volver a ser calabaza en cero coma. Al llegar a La Vedra (La N-VI, para entendernos) me la encuentro sorprendentemente vacía, muy vacía. Brasa de la buena por la zona de Alcampo hasta el Pasaje, hasta me permito ir por el centro, rozando el carril rápido.
Hacía tiempo que no disfrutaba tanto un rulo. No sé si por tener normas, por tener horarios, por las tremendas rampas, por la cantidad de ciclistas, por la cantidad de fotos extrañas que te vas encontrando.
Maravilloso. Por eso lo escribo detallado y paranoide, para relamerlo, y acordarme que el martes hago otro.
Cierro la 7:
Natación - 0 km
Ciclismo real - 55 km a 2:35
Ciclismo en rodillo - 127,5 km a 2:00 (aproximado)
Carrera - 11,7 km a 5:08 (habría que haber ido más despacio)
Tablas de core - 3:24:00 en tres sesiones.
Refuerzos - 30 minutos en tres sesiones, una de pierna y dos de estiramientos.
Una reflexión. Si a la peña le cierras los bares anda, pasea, hace deporte y habla con los hijos.