Xov, 16 Xul 2020, 15:42
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

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Cuaderno de bitácora. Séptimo año del gato. Día 7. (13 de julio)

La mañana del lunes era de recogida aunque no nos fuéramos hasta las siete y media. Las tiendas del Decathlon que se montan solas en dos segundos saltan feroces de la funda en cuanto abres la cremallera y hay que sujetarlas por la cinta para que no huyan campamento abajo, pero desmontarlas y volver a guardarlas ya es otro asunto, y el tiempo que ahorras el primer día lo pierdes con creces el último.

De modo que antes de ponerme a pelear con las instrucciones salí a correr temprano por la isla. En dirección al faro todavía habitado, subiendo, con el Atlántico de escenario y las gaviotas de compañía. Regresé a los caminos y en ellos surgieron delante de mí uno, dos, cinco conejos, como escapados del diario de Papa-Léguas, veloces y desconfiados.

Y llegué a Melide. La playa estaba vacía, sólo los chorlitejos la poblaban. A esas horas no parecía un lugar de ocio y disfrute sino un espacio salvaje, ignoto, inaccesible, primigenio, ajeno al hombre, casi hostil. Sentí que no debía quedarme allí.

Retomé la ruta y regresé completando el semicírculo de cinco kilómetros. Desayunamos mientras Ons despertaba.


Bah, no era un chorlitejo...

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Como el Ave Fénix resurjo de mis lesiones

Xov, 16 Xul 2020, 22:12
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

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DoctorSlump escribió:

En dirección al faro todavía habitado, subiendo, con el Atlántico de escenario y las gaviotas de compañía. Regresé a los caminos y en ellos surgieron delante de mí uno, dos, cinco conejos, como escapados del diario de Papa-Léguas, veloces y desconfiados.

Dany, la envidia es un pecado capital, no me busques la condenación eterna.

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Esta publicación no es un juguete, no se la dé a niños menores de 100 años. No la arroje al fuego, ni aún vacía de contenido. En caso de intoxicación accidental acuda a la mayor brevedad posible al servicio de urgencias psiquiátricas más cercano.

Ven, 17 Xul 2020, 13:54
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

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DoctorSlump escribió:

nos obliguen a llevar de por vida bozal

www.farodevigo.es/gali...15161.html

Ahí lo tienes Doctor. Cada vez que abres la boca sube el pan. Ya la recien votada Administracion ejemplificando con los corredores de mierda esos que ensucian nuestras calles con vahos, que no a los bebedores de barra, ni a los usuarios de discotecas.

Un día si tal tienes que escribir que todo volverá a la normalidad, no a la nueva, sino a la vieja y chas... magia. Y el virus como dijo Trump is gona disapiar.

Ay Dios.

Sáb, 18 Xul 2020, 19:55
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

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Cuaderno de bitácora. Séptimo año del gato. Día 12.

Me parece que fue en Dune donde lo leí, y cito de memoria y mal:

-Ha sido inesperado.
-No. No prestabas atención a las señales.

Era de prever, y aun así pequé de optimista. Creía que sería cuestión de días y no de horas. Ya está el lazo completamente apretado. Desde esta medianoche no podré volver a pasear, ir a la playa, al río, al monte, al cine, a beber una cerveza o cenar fuera de casa, quedar con un amigo, entrenar en compañía, correr junto al mar, pedalear por placer, sentarme en un banco a ver las estrellas fugaces. Del trabajo al hogar y salir para los recados imprescindibles, nada más queda. Ésos son los largos años que vienen.

Han prohibido las conversaciones, las sonrisas, los besos. Han ilegalizado tomar el aire. Multarán por respirar hondo, oler las flores. Para siempre.

Estoy conmocionado. Y solo. Por esta pesadilla de la que no logro despertar y por la docilidad y hasta alegría con que la aceptan a mi alrededor. Y eso es, sobre todas las cosas, lo que me convence de que no la abandonaremos nunca.

Intentando escapar ciegamente busqué vuelos a Grecia para agosto y aparqué en Caminha la furgoneta el fin de semana. En la cafetería oigo al camarero decir que a partir de mañana también será igual en Portugal. Con tranquilidad suya y del receptor. Nadie aparte de mí se asusta.

¿Es esto una forma de paranoia? ¿Ser el único que se da cuenta de que el mundo está terriblemente mal? ¿Acabaré encerrado no por desobediente sino por incapaz de vivir entre rostros enmascarados? Por a-asocial.

Después de la playa me calcé las zapatillas y troté por el pinar hacia Moledo, zona de caravanas, surfistas y mechas en el pelo. En el camino me encontré con un conocido. Además de saludarme con el codo, como si fuera Sergio Ramos, tuvo tiempo de hacerme saber que los culpables de la crisis económica mundial son los que no llevan (llevamos) mascarilla.

Así es como muere la libertad: con un estruendoso aplauso.



P.S.: Edito. No hay nuevas restricciones en Portugal.

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Como el Ave Fénix resurjo de mis lesiones

Última edición por DoctorSlump o Dom, 19 Xul 2020, 18:07; editado 3 veces

Dom, 19 Xul 2020, 11:23
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

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DoctorSlump escribió:

Así es como muere la libertad: con un estruendoso aplauso.

Y lo etiquetan con el oxímoron "nueva normalidad". Será novedad pero nunca será normal.

Dom, 19 Xul 2020, 13:15
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

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Tienes razón.

Ya me jodería, cuando aquí no hemos estado nunca encerrados ni usado mascarilla, ir de vacaciones allí, y tener que pasarlas con la mascarilla o encerrados en casa.

A mí se me hace raro ver a la gente con mascarilla. Cuando hablo con la familia por Skype, estando en casa, no la llevan. Pero el otro día mi hermana cogió la llamada con el móvil por la calle y estaban ella y dos familiares, todos con mascarilla. Al despedirme les deseé suerte con el atraco al banco, mientras cortaba escuché un "Pero mira que es gili...."guuua (ruído de cerrar la llamaba).

Por cierto, ayer fuimos a la playa, sí en Dinamarca. Y fuimos con la ladcykel, la bici con el cajón para llevar al niño (caben hasta cuatro, o un adulto más niño... 150 kg de peso). Sin mascarillas, ni nada (bueno, con bañador). Pero hay carteles de la policía que advierten que si hay mucha gente o no se cumple la distancia pueden cerrar la zona. Eso lo ponen en zonas donde puede juntarse mucha gente.

Dom, 19 Xul 2020, 13:43
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

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Aquí somos los esclavos de la cocina de países como Dinamarca. Aparte del clásico catetismo español, que es la mitad del problema, tenemos que dejar claro que la cocina está limpia y vamos a servir tapas a los daneses con garantía, y lo hacemos matando moscas a mascarilla. Los políticos hacen lo que se les demanda, y lo que les ha demandado la prensa con su desinformación y tendencia a lo reaccionario desde el principio.

Ya desde el principio muchos dijimos que no tenían sentido muchas de las medidas en lo particular. Se me queda cara de imbécil habiendo pasado tres meses sin entrenar en solitario e individualmente, cuando ahora aparentemente sí se puede y es inocuo. Eso ya lo sabíamos, coño. Las medidas colectivas, pues lo que dice el Doctor es muy cierto, sólo hay que echar un ojo a las corrientes de opinión para ver que la gente está encantada con estas medidas desproporcionadas. En vez de volver a cerrar bares, discotecas, peluquerías y gimnasios, en vez de perseguir con eficacia esas comidas familiares, las panchanguitas de bar y demás mierdas, se nos hace ir con el puto bozal por la calle, por si acaso somos de la cuerda de escupir a la gente en la cara. Está por ver que todo sea legal, y constitucional.

Lo siento Doctor por el marrón que te dejo. Mirémoslo por lo positivo, somos ahora los únicos miembros de la sociedad con la capacidad de ir sin mascarilla, siempre que hagamos deporte individual.

Lun, 20 Xul 2020, 10:11
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

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DoctorSlump escribió:

... y por la docilidad y hasta alegría con que la aceptan a mi alrededor.

Isto é, sen dúbida, o máis desazonador, triste e terrorífico de toda a paranoia.

Lun, 20 Xul 2020, 23:20
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

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Cuaderno de bitácora. Séptimo año del gato. Día 14. (20 de julio)

Gracias por las visitas.

Hoy era día de exploración. De sacar la cabeza del búnker y comprobar la radioactividad en el ambiente. Primero fui a tirar la basura en bicicleta sin caso ni cascarilla. Después pedaleé hasta el bar y en la explanada, que ni terraza es, pedí un café a cara gentil. No era tan rebelde desde los años ochenta cuando devolvía las cintas sin rebobinar al videoclub. De un local donde han colgado el cartel mandando lavar las manos antes de entrar y sin embargo no tienen jabón en el baño no esperaba que fueran muy papistas. Y por último bajé al merendero a terminar la relectura de Las aventuras del buen soldado Švejk. No había nadie más en varias hectáreas a mi alrededor pero ése es un detalle que no le importa al legislador. En todo momento significa en todo momento si uno se sienta tranquilo (y sano) y en absoluta soledad salvo que realice entrenamientos, celebre competiciones deportivas, pertenezca a un colectivo artístico en el desarrollo de actividades culturales o forme parte de coros y agrupaciones vocales de canto.

Después de haber cometido infracción tras infracción, sentí que debía salir a correr. Al menos para cumplir con alguna de las excepciones recogidas, que para algo nos las han puesto graciosamente. Y como Carregal es zona de no concurrencia, esta vez pude comportarme de manera ejemplar.

Sin cruzarme con personas pero sí con animales y cosas, rodé hacia el Lago da Pedra y seguí. Allí un grupo de convivientes (quiero suponer) estaba en una mesa; los saludé y respondieron, más culpables que sociables, cogidos en falta. Regresé por la carretera y completé los siete kilómetros sin mayores problemas, a tiempo de ver a Redford cazando: ha dejado un pájaro cerca de la puerta, con lo que no sé si es un ofrenda a su humano o simplemente lo está guardando para el postre.



Nota: Para agosto he buscado una isla griega con muchos gatos.

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Como el Ave Fénix resurjo de mis lesiones

Mar, 21 Xul 2020, 5:03
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

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A ver cómo evolucionan los acontecimientos y las medidas, pero en fin, si al final vienes, te informo de que nos podemos tomar una cerveza en un bar que se llama "El buen soldado Švejk". Está aquí cerquita, a la entrada de Frederiksberg Have.

Ven, 24 Xul 2020, 19:50
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

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Cuaderno de bitácora. Séptimo año del gato. Día 18.

Ahora sí puedo estar de acuerdo con Siniestro Total: ¡menos mal que nos queda Portugal! Y como los lusos son hidrófobos y mucho más de ir a centros comerciales que de tomar el sol, tenía la playa de Caminha (casi) sólo para mí. Tan privada de hecho que me traje un par de kilos de arena para casa: en la mochila, en la revista, en la toalla, en las orejas. Cuando el viento sopla.

Por lo demás había disfrutado antes de mi pingo y mi pastel de Belém y salí después a correr por el pinar de la Mata do Camarido. Me gusta bastante esa zona, siempre a la sombra, con juegos de luz cambiante entre las copas de los árboles, con ligeras subidas para exigir y dar variedad, yendo por terreno blando y terminando en Moledo, en los adoquines y en la acera del paseo marítimo. Con el regreso son cinco kilómetros, suficientes para el estado de forma que arrastro y los próximos retos deportivos a afrontar: ninguno.


Con distanciamiento


Con proximidad

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Como el Ave Fénix resurjo de mis lesiones

Lun, 27 Xul 2020, 21:21
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

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Cuaderno de bitácora. Séptimo año del gato. Día 21.

No sé si os imagináis mi alivio al ver que bajo la nueva normalidad se esconde aún la vieja. Todavía es posible salir de casa, dormir en la furgoneta, sentarse a comer, beber una clara de limón, ir a la playa, pasear por la orilla. Seguramente no en Benidorm o Samil ni en las calles del Príncipe o Preciados, y ya eran sitios que no frecuentaba. Y mientras no tengamos que acudir a locales clandestinos para hablar, como en el Chicago de los años veinte, o escondernos y resistir recordando, como los hombres-libro de Fahrenheit 451, qué placer es conocer a alguien y reírnos tanto (ayudados por un puntito de alcohol) que nos despedimos con un buen abrazo.

Sin embargo no corrí por ese lugar de la costa, de cuyo nombre no quiero (para salvaguardarlo) acordarme. Por muy apetecible que fuera, más lo eran la pereza y el veraneo. De modo que me tocó rodar el lunes por Carregal, que también presume de espacio y privacidad pero no de belleza.

Haré diez kilómetros, dije convencido. Y al rato: haré seis, dije vencido.

Tal vez sea la edad, tal vez la kriptonita,
yo que era Superman soy triste tortuguita.
Tal vez sea el calor, tal vez la kriptonita,
tal vez es la Covid... ¡Qué va a ser...! ¡Quita, quita!

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Como el Ave Fénix resurjo de mis lesiones

Mar, 28 Xul 2020, 22:57
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

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Cuaderno de bitácora. Séptimo año del gato. Día 22. (28 de julio)

De pronto decidí ir a correr cinco kilómetros. Ya eran las nueve y media, así que cogí la linterna, que no llegué a usar, y salí por segundo día seguido. A falta de distancia y velocidad, probaré la frecuencia.

Fui hasta el Lago da Pedra pero di la vuelta antes por no excederme del objetivo. Más despacio que ayer, por encima de los cinco min/km, pasé por delante de los perros que ladraban, de unas ocas que han ocupado uno de los chalés que quedaron sin vender en la anterior crisis, de un conejo que huía, de un par de gatos que escapaban y de un trío de mujeres caminantes. Tres generaciones familiares, abuela, madre y nieta, calculé. Saludé sin mucha esperanza y me respondieron con un ¡hola! tan entusiasta, y tan pizpireta y sonriente (ergo, desenmascarada) era la joven, que las supuse madrileñas divertidas de encontrarse con un indígena. ¡Mira, un gallego! Aporté, modestamente, el tipismo folclórico que dan al turista un hombre con kilt en Edimburgo, una geisha en Kioto, un masái en Kenia.

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Como el Ave Fénix resurjo de mis lesiones

Mér, 29 Xul 2020, 5:07
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

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Te has convertido en un souvenir turístico: el gallego corredor.

Xov, 30 Xul 2020, 10:40
Asunto: Re: El diario gatuno de Slump

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Cuaderno de bitácora. Séptimo año del gato. Día 23. (29 de julio)

Ayer salí por tercer día consecutivo. ¿En serio? Sí. Esto en mí es inusual y hasta donde recuerdo inédito. Hay un motivo, pendiente de confirmar. ¿Algo importante? Na, una tontería.

En cualquier caso son rodajes cortos y lentos, aunque los ahogos sean dignos de velocista terminal.

Me tumbé toda la tarde al viento de la Praia da Foz do Minho, despeinado y rebozado como una croqueta, y antes de regresar a casa y comunicarle a Feijóo mi estancia en Portugal para cumplir con la Orden del veintisiete de julio por la que se establecen medidas de prevención para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19 en relación con la llegada a la Comunidad Autónoma de Galicia de personas procedentes de otros territorios (si no quieres caldo verde, siete tazas), aproveché para vestirme de seco, porque de corto ya estaba.

De nuevo fui por el pinar hacia Moledo. El suelo, según estuviese más o menos firme y despejado, convertía el entrenamiento en arenóbico y anarenóbico. Por el camino me crucé con paseantes y en la zona adoquinada y la acera de la freguesia con varios corredores locales e internacionales.

Cinco kilómetros entretenidos.

Igual voy hoy a Vila Nova de Cerveira a tomar un pingo sólo por molestar a los funcionarios encargados de vigilar mis movimientos.

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Como el Ave Fénix resurjo de mis lesiones