Lun, 14 Xuñ 2021, 17:38
Asunto: Re: Diario de Freaky (indecencia y fondo)
Graciñas Ghose.
Pollastre: Ya te echo yo de menos, no sólo en el foro, sino también en el asfalto. No te veo por donde los gatos, debes estar más montuno, más Zapateirense.
Actualizo que ya son horas.
VIERNES – Como soy previsor, aunque no lo parezca, estuve pensando cuales podrían ser las consecuencias de una Faiser antes de entrenar, también de una Faiser después de entenar. Pero como el día pintaba de 35ºC (que eso es la hostia en Coruña) me piré a primerísima hora de la mañana a dar el picotazo para no pasar calor, que por lo que me contaron, y fue tal cual, la cosa duraba en total más o menos una hora si no ibas en hora punta. Una primera cola larga. Un segurata que la dividía en tres. Otro segurata que pedía el QR. “¿Disculpe, el qué?”. “El código en el móvil, se lo hemos mandado”. “Pues yo tengo la tarjeta Eroski”. “Esa también me vale”. Me sacan el QR en una pegatina y me la pongo en el corazón de forma simbólica. A mi (fuera sarcasmos habituales) todo esto me emociona. El tinglado que han montado con mi pasta es directamente proporcional a mi emoción por el asunto, y a seguir soltando pasta para mantener el sistema. Una vez que tienes el QR pegado en la camiseta haces la cola, como la Heathrow cuando te van a cachear. Llegas a los Box (unos veinte por cola) y vas para dentro. La cola no se llega a parar gracias al sistema Push-Pull que han montado. “Pase al Box 15”. “Buenos días. Mire. Si no le importa me voy a sentar y ya entonces Ud. Hace lo que le parece”. “No se preocupe, sólo es un pinchacito”. Cierro los ojos, pongo un pulgar en cada uno de ellos y arqueo la espalda como lo que realmente soy: un trucha. “Señor Trucha, ya sabe que tiene que esperar en la sala de esperamiento”. “Sí, gracias, pero el chupa lo quiero de cereza”. “Sí, sí… ya se lo pongo yo aquí en el internet y ya se lo mandan a casa…”. “Gracias, así da gusto”. “Venga, haga el favor de salir de aquí que viene el siguiente”. “Ay, sí, perdón”. “Oiga”. “¿Qué?”. “Limpie el sudor de la silla”. “Sí, sí… ya está”.
Impecable todo. Benditos los que curran en el Sergas, menudas máquinas. Conste que no he dicho bendito Sergas.
La previsión de entrenos después de semejante escena era lo de menos. La depresión por mi truchismo empezaba a hacer mella. Ay. Los hombres estamos en lo más bajo del escalafón en estos días: machos alfa, bebedores de cerveza, maricas que se asuntan con una aguja… a ninguno se nos considera en el despacho de Irene Montero. Que podía yo hacer. Lo único que sé hacer. Mover hacia delante como siempre. A marica, marica y medio. Morir en el asfalto. Poco a poco estos pensamientos depresivos son sustituidos por un subidón adrenalínico. Algo así como un tiro de farlopa pero gradual, suave. Y empiezo a notar los efectos de dopaje que había investigado en la Internet Oscura. Ahora entendía ya el ansia de la Selección por la Faiser. Con el dopamínico “legal” insertado en mis venas me dispuse ya a ponerle ticks a la planificación del fin de semana.
Llegué a casa, y con la tirita puesta tiré hacia Oblivion. Me curré la ruta habitual, la milenaria: Coruña-Uxes-Arteixo-Boedo-Celas-Xira-Burgo-Coruña. Bastante bien de ritmo llegué a Oblivión pulverizando todos los MMP en 52 minutos (lo habitual son los 59). La pega fue, que el nordés pegaba bien, pero bien, y me penalizó muchísimo la mala leche que llevaba. Creo que esta ruta la he conseguido hacer en 2:13, en día sin viento. Si el viernes no hubiera viento lo hubiese bajado. Al final los 50 km, 815 m de desnivel a 2:19, viento en contra.
Por la tarde el efecto Faiser no se había pasado y me hice la core 2-3, en 50 minutos
SÁBADO – Hice un poco de penca, 30 minutos para poner a tono para la sesión de carrera del domingo. Y por la tarde, después de unas guerras acuáticas me dispuse a lo que faltaba de natación de la semana. 4000 m del tirón. El problema fue que era sábado por la tarde a 35ºC. El Freaky nadando durante hora y veinte, tuvo que hacer un dispendio de sabiduría para no matar a niños, señoras, y borrachos del jarreo de la cafetería, en lo que fue el entreno más complicado del siglo. 4000 m en 2:05. Sin forzar nadita. ¿Empiezo a ver los resultados de la velocidad que llevo dos semanas haciendo?¿O sigue siendo la Faiser?
DOMINGO – Toca carrera. No puedo esperar más. La penca está mimada. El día es cojonudo. Hace calor. Venga. Estoy dopado, no puede haber problemas. Es tecnología alemana. Arranco en la Casa del Mar en dirección al Pasaje e ir viendo cómo va. Va bien. Al llegar al Pasaje (5 km) pienso: “Un par de kilómetros más, venga”. “Si casco llevo la tarjeta para un taxi, o mismo la del bus”. Tiro hasta Bastiagueiro en la Ruta del Coronel. 7,5 km que hago en la ida, despacito, pisando huevos pero sin dolor, muy relajado. La media en la ida fue de 5:48, en la vuelta de 5:44. No me lo creo.
Hoy lunes tengo cierta tirantez en los isquios, que me dicen que la lesión sigue ahí, latente, pero mucho mejor.
Al final, la Faiser me da los mejores números de la temporada en cuanto a netos. Astrazeneca da dolores de cabeza. Jansen da dolor de cacha. Sputnik hace que te babes cada vez que hablas. Moderna te hace cagar sueltito.
Faiser incorpora un poco de pluma, pluma de trucha, es el futuro.
100 Ironmanes, 100 días consecutivos perdiendo aceite.
Cierro la 41:
Rodillo – 0 km.
Fuerza – 2 horas y 10 minutos, tres sesiones.
Natación – 7000 m a 2:05, dos sesiones.
Ciclismo - 145 km, 2:29 de media, 2407 m de desnivel. Tres sesiones.
Carrera – 15 km a 5:46, una sesión.
Neto – 12 horas, 2 minutos.