Lun, 24 Abr 2006, 13:38
Asunto:
En mi caso, sensación agridulce. Y me voy a explicar.
De la â??pre-carreraâ?, otros han dado buena cuenta. De mi carrera, decir que empecé al ritmo en el grupo de
Barrachina,
Marola y
Makoki, dándome cuenta desde el primer kilómetro de que iba a ser un poco excesivo para mí. Entre eso y que bajé un poco el ritmo para charlar con un conocido al que adelantamos en el km. 5, se â??deshicieronâ? de mí. Durante varios kilómetros más los tuve a menos de 200 m, con lo que mi ritmo seguía siendo un poco alto (tiraron de mí, cosa que me sirvió para hacer el tiempo que finalmente hice). Luego les perdí de vista (hacia el final de la segunda vuelta), quedándome sin referencia de personas conocidas.
A partir de ahí, el calvario. En el primer avituallamiento tras el segundo paso por meta, mi flaqueó la voluntad y, aprovechando que era incómodo beber del vaso, mi coco le â??dijoâ? a mi cuerpo que parara y bebiera en condiciones (no parar era uno de los dos objetivos que me había marcado). A partir de ahí me vine un poco abajo, siendo consciente de que me había fallado a mí mismo. Seguí e intenté mantener un ritmo decente, pero empecé a notar dolores en los pies: Las temibles ampollas. Quizás ya anduviese con esas molestias algunos minutos antes, pero creo que me di cuenta sólo después de haber parado.
De ahí en adelante, cabreado conmigo mismo por tener que ir a un ritmo bajo, teniendo que parar incluso por las molestias de las ampollas. A esas alturas, me notaba desorientado y sofocado. Tenía calor, cosa que llevo muy mal. Tan desorientado iba que, antes de llegar al km. 20, todavía pensaba que me quedaban más de 3 km y, mirando el tiempo que llevaba, veía que iba a acercarme mucho a las dos horas. Por eso, cuando vi el cartel que ponía â??km 20â? se me abrieron las puertas del paraíso, y Eva me esperaba allíâ?¦
Me alegré mucho y decidí hacer el esfuerzo final, avivando el ritmo lo que mis cansadas piernas y doloridos pies me permitían. Emocionantes últimos metros en los que algunos corredores que ya habían llegado y hacían trote de descarga en sentido contrario al mío me animaron diciéndome lo poco que me faltaba. Por allí también me encontré al amigo
Makoki animándome.
En general, se me hizo un poco larga la prueba. No tengo muchos rodajes en distancias similares a los de una media, así que eso y las molestias en los pies pueden tener mucha culpa. Para el coco, la segunda vuelta fue la más difícil. Para mi cuerpo, sin duda, la última.
Finalmente, tiempo inferior a 1h52â??. Partiendo de que pensaba bajar de 1h55â??, debería sentirme contento. Pero el toque agrio de la sensación agridulce que me queda lo aporta el hecho de que, de nuevo, paré a mitad de carrera, cosa que me cuesta perdonarme.
No pierdo la esperanza de hacer algún día una media corrida de principio a fin. No parece, sin embargo, que eso vaya a suceder en la de Betanzos. Sin embargo, allí estaremos. Y es que como ya se ha dicho por aquí varias veces, la última vez por
Gallego, esto engancha (ayer, hacia el km. 18, me decía a mí mismo que no volvía a correr una media maratón, que se me hacen muy largas y duras. Hoy, incluso con las piernas cargadísimas, ya estoy deseando correr la siguiente).
Lo bueno es que, por lo menos, ya tengo un tiempo de referencia, una orientación en forma de tiempo en carrera, de por dónde estoy. La Vig-Bay no contaba, por motivos bastante obvios. Próximo objetivo realista, bajar de 1h49 (tampoco sucederá en Betanzos).
Respecto de la organización, decir que me pareció bastante buena. Si acaso, por poner tres peros: el avituallamiento a base de vasos en vez de botellas pequeñas, la ausencia de gente en algunos puntos en los que el viento tiraba las vallas que separaban los sentidos (aunque me consta que en otros puntos sí que había personas volviendo a ponerlas de pie), y el pequeño folloncillo que sé que tuvieron con la entrega de premios. Me imagino que ya habrán tomado buena nota de ambos y que el año que viene los habrán subsanado. Yo espero volver y comprobarlo.
Y coincido con lo que se ha dicho acerca del circuito. Poder animar a gente con la que te cruzas es una gran ventaja de un circuito de ida y vuelta. Y que te doblen Elías, Pedro y demás no es tan duro y humillante como me imaginaba.
Un placer conocer al
Administrador de estos foros, un tío majo de veras (a ver cuando te vemos dentro de la carretera, sudando como los demás, y no viendo los toros desde la barreraâ?¦
), y coincidir de nuevo con los foreros conocidos (especialmente, sólo por el tiempo que estuve con ellos, con
Easywind,
Makoki y
Marola (y familia)). Lástima que algunos tuvierais prisa y no pudierais quedaros a tomar algo.
Enhorabuena a todos los que corrieron la prueba.
Un saludo a todos.