Mér, 20 Xuñ 2012, 18:30
Asunto: Re: fallecido en travesia mont blanc
CARTA DE DESPEDIDA DE KILIAN A STÉPHANE BROSSE
Adiós, Steph
Me acuerdo de aquel cuaderno donde estaba tu foto, delante de mis libros del instituto. Me acuerdo de buscarte con timidez para pedirte una foto de los grandes campeonatos. Me acuerdo de tus palabras, siempre amables, a jóvenes corredores como yo. Me acuerdo de tu facilidad para descender por toda clase de nieves. Me acuerdo de tu seguridad, de tu paso fácil en lo más difícil. Me acuerdo de tu sonrisa cuando estabas en la montaña.
Aprendí a tu lado a sentir más la montaña que la técnica. Aprendí a tu lado a vivir con entusiasmo nuestras pasiones, con esfuerzo pero también con amistad y compañerismo. Aprendí contigo que las victorias no son aquellas de los periódicos, sino las que nos dan nuestros ojos y las de nuestros seres queridos. Aprendí junto a ti el valor de la vida, de vivir para perseguir nuestros sueños.
Te conocí como “el jefe”, el mejor competidor de la historia del esquí de montaña. Tu participación era sinónimo de victoria. Te quería como aquel que, de forma desapercibida, amaba este deporte y transmitía sus conocimientos y valores a los jóvenes, por encima de brillar en soledad. Te quería por tu amor a la vida, a tus seres queridos y por tu sencillez y honestidad.
Estoy muy feliz de haber compartido estos momentos contigo, de haber conocido a una persona increíble por encima del gran campeón que eras.
Eras demasiado fuere para la montaña, Stéphane
Cuando salíamos a la montaña, me era imposible pensar que algo malo nos podía pasar. Tu paso seguro, distendido y fácil, inspiraba confianza y seguridad. A tu lado, todo era serenidad.
Eras demasiado fuerte para la montaña, Stéphane. Te vi bajar por pendientes imposibles a gran velocidad, saltar por cornisas enormes sin temblar, hacer grandes giros por nieves inesquiables... Como decía Messner: “La montaña no es ni justa ni injusta, es peligrosa”. Te has ido demasiado pronto, Stéphane.
Te fuiste como viviste, con una sonrisa, con amabilidad, sin hacer ruido, en lo más alto. Sin dolor, cayéndote como se cae un árbol, lentamente.
Adiós, Stef. Estarás siempre en nuestros corazones.
Fuente: Blog Kilian Jornet