Dom, 01 Dec 2019, 19:24
Asunto: Re: Maratón de valencia 2019 (1/12/2019)
Son algo novato nesto das crónicas (nos maratóns tamén jiji) pero imos ver que sae.
(estou tan canso que vai ir en castelán porque o corrector vaime volver tolo)
Amanecía temprano. Las 5:00. El día anterior había sido largo y quizá demasiado exigente para unas piernas citadas con Filipides.
Habíamos hecho por la mañana la 'breakfast run', un recorrido suave por los jardines del Turia viendo calentar a la élite a pocos metros; que gustazo ver esas zancadas!
Al terminar; no muy satisfecho por cierto, debido a la calor de 21° a las 10:00; sobretodo teniendo en cuenta que llevaba tres semanas entrenando sub 5° y con lluvia constante... Nos avituallamos con orejones, naranjas y horchata; delicioso!
El resto del día discurrió entre visitas a la feria del corredor, animación a carreras de categorías menores y paseos varios... Pudimos haber ahorrado algo más de 'chicha' pero estas cosas... Suelen ser así.
Volviendo a la mañana de la carrera, y tras apagar el despertador; dos rebanadas de pan, un plátano de Canarias y dos buenos chorretones de miel... Y de postre, un fortasec, que nos conocemos.
Eche en falta de mi americano de primera hora pero debido a la naturaleza del alojamiento no fue posible.
Vaselina en mano, untamiento generoso, 'traje de faena' y una ojeada al reloj, 5:55.
Estaba a unos cuatro kilómetros y medio de la zona de salida, el bus los días anteriores me habían acercado en unos 40' asi que a las 6:05 bajé a buscar uno.
Me tope con un compañero maratoniano -de Ávila- y como Google no parecía aclararse con el horario del transporte público, decidimos parar un taxi y evitar más angustias. Conclusión, 6:17 zona de salida.
Todo vallado, mucha gente borracha saliendo de una discoteca y algo más de dos horas de espera teníamos por delante.
Un paseo para ubicar bien todos los puntos importantes; guardarropa, cajones de salida, zona wcs... Y al rato ya empiezan a llegar el resto de compañeros del club.
Fotos pertinentes, últimas arengas y al lío!
Parada express en guardarropa, una delicia por cierto, mini stands de unos 500 dorsales por stand, super rápidos.
Y como no, la última parada en wc, jamás puede faltar.
Calentar suave, unos ejercicios de técnica y al cajón.
Me acompañan en él dos personas que he conocido por Internet; con una ya he corrido y con la otra nos 'estrenamos', últimos nervios y hora de salida.
El objetivo lo teníamos claro, correr en torno a 4:35/km para intentar bajar de las 3:15, todos llevábamos meses trabajando para esos ritmos y buscábamos justicia.
La salida, como siempre en estas carreras, súper masificada y peligrosilla de correr durante los primeros mil quinientos metros, luego ya fue la cosa a mejor.
Como he sido liebre en más ocasiones, me ceden a mi el testigo de marcar el ritmo; con sumo gusto acepto tal tarea, pues cierto es que lo disfruto mucho, y al ir pendiente de los pasos por km parece que todo resulta más ameno.
El paso por el 5, sin ninguna novedad, le ganamos 5 segundos al ritmo objetivo, vamos bien y no ha sido tan rápido como para que fuésemos 'gastando de más'.
Pasamos el 10 con -11 segundos de ventaja, metemos geles y seguimos con nuestras charlas, el ambiente es espectacular, pero la sudada tambien lo es; estamos ya en torno a los 19° según los termómetros de las avenidas.
En el 15 metemos 5 segundos más en nuestra mochila, primera pastilla de sal y seguimos.
En el paso del 20 la ventaja asciende a -31 del plan. Vamos bien, el calor, también. Meto de paso el primer gel de cafeína.
El ritmo seguía estable y los tres nos encontrabamos fuertes. Las batucadas y los grupos de música invitaban a empujar y había que templar los ánimos por momentos y mantener el ritmo sin acelerar, la carrera no había empezado.
Una de las pastillas de sales que iba tomar se la cedo a una compañera que no ha llevado ninguna, y con este calor se avecinarían problemas.
Aquí ya no hablábamos tanto. La uña gorda del pie derecho acaparó mi atención. Quizá demasiado calor para los calcetines que llevaba, y la consiguiente hinchazón del pie comenzaba hacer mella en esa uña.
Intentando recolocar un poco la pisada sin acusarlo demasiado llegamos al km 30 con una ventaja sobre ritmo objetivo de -21 segundos; por primera vez en la carrera no íbamos en negativo.
Empiezo a preocuparme por la situación, la carrera acababa de empezar. Era el km 30 y el maratón se erguia frente a nosotros desafiante.
Les hago saber que mi atención va ir en detrimento del garmin para pasar al pie, a meta quería llegar. Y lo gestionaría como pudiese. Así que cada uno que valórase su estado de forma y actuase en consecuencia.
La chica dando los últimos ánimos y agradecimientos por 30km muy bien llevados en nuestra minigrupeta, decide seguir al mismo ritmo y yo bajo lo justo para poder ir colocando el dedo sin notar dolor. El otro se queda conmigo, en un primer momento pero en seguida tira delante también.
Pienso que ese será mi muro, mi lidia de ese día. Ja! Que inocente soy.
En el km 33 me mandan un burofax al cerebro de que mis piernas han sido expropiadas. Que venían engañadas -no sabían a donde- y estaban de huelga indefinida.
Sufro.
Sufro mucho.
El pulso va bien, el estómago va bien... Las piernas no fallan, simplemente no tengo.
Desesperado alternaba vistazos al tiempo del reloj que se me iba escapando entre los dedos y al cielo, clamando por todos esos días de gym que decidí que como los ritmos salían muy bien, no hacía tanta falta y siempre recortaba.
En el km37.5 recuerdo un pensamiento súper serio e intenso, los maratones para mí se acabaron por una larga temporada, ese sufrimiento me estaba descubriendo nuevos límites.
Buscaba con la mirada un sitio discreto donde retirarme, no quería ánimos de la gente de seguir pese a lo poco que faltase. El maratón me estaba ganando la partida.
Afortunadamente ese sitio discreto no apareció, y tras el km40 dejé de correr, para permitir que una muchedumbre jolgoriosa me llevase en volandas a la ansiada tarima azul. Juro que no recuerdo haber dado una zancada del km 40 al 41.4, ahí volví tomar tierra al ver el cartel de '800 a meta' y saque lo último que tenía dentro de mi para cruzar con una rabia desconsolada el arco de meta en 3h16m35s, le había quitado 10 min al maratón en 7 meses, no estaba mal del todo, no?
Respecto a mi pensamiento del 37.5...
Señor Maraton, en 370 días nos volveremos a ver, yo sé que tengo mejor marca en las piernas, y Valencia tiene las mejores calles para correr, prepárese; yo lo haré.