Dom, 24 Nov 2019, 14:31
Asunto: Re: Diario de Gefreiter
Mientras lo estaba escribiendo ya estaba pensando que seguro que tú te sentirías muy identificado 101.
Domingo 24: 10km del XVII arrondissement. Día frío (8ºc), despejado y con algo de viento. Los objetivos eran dos:
- Acercarme lo más posible a los 35 minutos.
- Ganar la categoría, porque solamente había un premio por cada una. Además el reglamento no detallaba los tramos de edad, imagino que habrá alguna regulación general al respecto pero no tenía ganas de andar buscándola.
La prueba merecía voladoras, pero no las he traído y corrí con mis mizuno wave ultima, que están en las últimas y de hecho las voy a dejar ya en Francia para hacer sitio en la maleta.
La carrera eran dos vueltas a un circuito bastante llano, aunque con algunos falsos llanos, sobre todo el cuarto/noveno km que lo era casi todo. Aparte había que tener cuidado con los badenes, porque un mal apoyo en uno podía "despertar" mi dolor de espalda.
Nada más salir ya hay cuatro que se van disparados, la elite de verdad. Detrás un grupo de una decena en el que me instalo. Voy más bien por sensaciones porque el gps no me sirvió de nada, ya que había demasiadas calles estrechas de edificios altos en las que me indicaba ritmos de bastante más de 4m/km. Al final me marcó 9,65km, para que os hagáis una idea. Los km estaban marcados pero solamente con un número pintado en el suelo y la mayor parte ni los vi la verdad.
Por los datos que tengo y las sensaciones debo de ir a 3:35 los primeros km, un ritmo realista dadas las circunstancias. Me muevo entre la sexta y la novena posición porque vamos en un grupo del que de vez en cuando se descuelga alguien o se nos une alguien desde atrás. El que más me preocupa es uno que podría ser de mi categoría, fuese cual fuese, por el aspecto. El resto del grupo eran todo chavales jóvenes. Al inicio de la segunda vuelta me pongo en cabeza del pequeño pelotón, sin incrementar demasiado el ritmo pero un rato después compruebo que se han descolgado dos, uno de ellos el canoso.
Del km 7º al 8º empecé a notar los gemelos cargados, no es de extrañar porque entre una cosa y otra el último día que hice series fue el 1 de noviembre. Salvo en la carrera del domingo pasado no me he movido en ritmos altos y ahora le estoy pidiendo a las piernas que respondan. Tampoco es que me desmorone, pero bajo algo el ritmo, se me van dos que iban conmigo y me vuelve a pasar un corredor completamente calvo al que había adelantado no mucho antes (alarma de posible veterano, al final me sacó 8 segundos nada más. El 9º km es el de subida, lo doy todo y el último acelero todo lo que puedo, aunque ya no consiga pasar a nadie.
La marca decepcionante, 36:45, 3:40 m/km, creía estar en 3:35-3:37. Encima nada más parar empieza a molestarme el lumbar, aunque era un riesgo que había asumido. Me pongo ropa seca, como algo y mientras estiro voy viendo las cosas con más serenidad. Me hubiese gustado correr más rápido pero no se pueden pedir milagros, si no he entrenado calidad en todo el mes no puedo aguantar 10km a 3:30. Espero volver a bajar de 35 m. algún día en un 10km homologado y lo de hoy me valdrá para valorarlo en su justa medida.
Lo más extraño de correr en el extranjero es que la carrera queda despojada de todo el componente de sociabilidad habitual. No conozco a nadie y los típicos comentarios post-carrera brillan por su ausencia, solamente hablo un poco con el corredor de canas al que dejé atrás a media carrera, de manera que estiro de manera muy exhaustiva mientras espero a que publiquen los resultados.
Cuando están disponibles me llevo una alegría porque he quedado 11º de 672 llegados a meta, pero lo mejor es que he sido primer vet.3, aunque sigo sin saber a qué tramo corresponde. No ha habido mucho nivel, salvo los dos primeros que han hecho 30 y 31 minutos, el tercero ya ha bajado de 35 minutos por los pelos, quizás el circuito no era el ideal pero tampoco era un rompepiernas.
Pensaba que sacarían un podio para repartir los premios pero abren las puertas del ayuntamiento y nos hacen entrar al salón de actos, donde nos espera el alcalde. París está dividido en 20 arrondissements, cada uno con su alcalde porque son como ciudades medias españolas en número de habitantes, y por encima de todos está el Consejo de París que es el que preside Anne Hidalgo. El caso es que han montado una ceremonia casi desproporcionada, con camareros sirviendo copas de champán, mesas de canapés y demás. Si la mayor parte de los asistentes no oliésemos a tigre (porque duchas no había) sería un acto bastante solemne. Cuando oigo algo parecido a mi nombre salgo a recoger el trofeo con mi chándal del Milladoiro, fotos y demás y luego como ya son las 12:30 que aquí es la hora de comer decido amortizar el pastizal de la inscripción y me lanzo a los canapés sin reparos aprovechando mi anonimato. Eso sí, no bebí champán sino zumo de manzana, que para eso sí que soy un profesional.
La semana termina con 44km.