Dom, 03 Xul 2022, 20:49
Asunto: Re: Diario de Freaky
Gracias Augusti, parece que va mejor.
Actualizo el semanario. Nada de diario, sí semanario. Un poco preocupado por la movida de Dinamarca que acaba de saltar a la prensa seria. Espero que nuestro amigo 101 esté entero, al igual que toda su prole.
Semana de gran neto. Han sido 11 horas y pico de entrenos. Un test en la carrera.
LUNES - Core habitual de 68 minutos centrada en transverso, hombro y lumbares. He introducido ejercicios de refuerzo para el pinchazo de la ciática, cosa que ha hecho que mis males de lumbares hayan quedado inhibidos. Es curioso el cuerpo. La gimnasia de suelo le va bien a esta nueva molestia. El gesto que peor le va es subir un peldaño con la pierna derecha. Hay que joderse, pero creo que no le va mal la actividad.
MARTES - 5000 m en piscina larga, en plan resistencia, en plan supervivencia. No me veo muy fino y tiro a ritmos de crucero para acabar. Los miles salen en 2:00 el primero, y el resto en 2:02. Muy complicada la natación, pues hace un día espectacular y la piscina, a pesar de estar fría se llena de gente, y en las calles de nado rápido, hay gente lenta, con lo que los ritmos son difíciles de llevar. Cierro con una media de 2:02, que es lenta para lo que hago últimamente. Tampoco le va bien el giro de americana a la ciática. De vuelta hacemos coincidir la cosa con la xuntanza del Orgullo en Plaza de Ourense, y ya de vuelta me encuentro a los pros de la C42 tirando hacia el centro por el viaducto, en entreno relajado. Creo que reconocí a Rosetas.
MIÉRCOLES - Pruebo con el ciclismo, a ver como le va a esta nueva molestia. La verdad es que ese pequeño pinzamiento irradia un poco por el bíceps desde la cadera y la potencia desde sentado en la bicicleta tiene que ser prudente. La posición levantada sí le hace movilizarse y le va bien. Hago la ruta de Oblivion+Zapateira, 50 km, 977 m de desnivel y 2:40 de media.
JUEVES - Descanso obligado. Tengo a las criaturas en casa y es complicado encontrar huecos.
VIERNES - Descarto la carrera. Pero como me paso el día completo en La Solana, me hago la sesión triple. Primero una core para colocar el hombro, el transverso y tratar de recolocar a base de tensión la cacha derecha. 68 minutos a primerísima hora de la mañana, tratando de hacer cero ruido. Por la tarde me hago un test de carrera con la criatura mayor, 4 km más o menos hasta el Dique y vuelta desde Parrote, a unos 6:15. Puedo correr sin problema, el impacto no me atrevo a dárselo de momento, pues parece que la cosa mejora de día en día. Dejo la carrera para la semana que viene. Y el tercero es una sesión de piscina con cierta intención. Me hice los 3000, a ritmo de 3000 en larga del tirón. Primer mil a 1:58, segundo a 1:58 y tercero a 1:57. Compitiendo a ratos con el del bañador de tela (un habitual).
SÁBADO - Sigo pasando las tardes en La Solana, y así no tengo que estar demasiado pendiente de conciliar en un entorno deportivo. Me queda el hueco al final de la tarde y me voy por primera vez desde febrero de 2020, al gimnasio. Al ser sábado de tarde está completamente vacío, al menos en la zona aeróbica y me hago un triple. 30 minutos de estática al 60-40 en sentado, de pie cada 5 minutos. El ritmo en de pie es dificil de mantener y se va a 2:18, 13 km. Después hago 15 minutos de elíptica buscando sensaciones de ciática. Otros 15 minutos de step con las piernas en sentido opuesto. Y repito los 30 minutos de estática. Cierro con mi rutina de lumbares en suelo, con esterilla y churro de pilates.
DOMINGO - Me hago a primera hora un rulo de carretera estándar sin mucha pretensión. La idea es hacer dos horas de ciclismo sin darle mucha caña por un perfil algo más llano al habitual. Hago la ruta Xubias, Pasaxe, San Pedro, Cecebre, Espirito Santo, Sada, Lorbé, Mera, Santa Cristina, Xubias. Son 46 km, 546 m de desnivel, y la media me sale a 2:34. Acompañé desde Meirás a un madrileño que venía en bicileta desde Madrid, en una hibrida, cargado de maletas. Y me gustó mucho, pues el tipo venía por la N-VI por Betanzos, y al llegar a Espiritu Santo el GPS lo desvía por la vía rápida (a la que no puede acceder en bici) y se mete por Soñeiro, se lía con las carreteras de Oleiros y acaba en el Pazo de Meirás. Me lo encuentro en la 163 y lo acompaño a la voz de: "Sabes si el mar está cerca?". "Neno, el mar está ahí, ahí detrás...". Sigo por la 163 hasta llegar a la glorieta de Lorbé, donde acaba la vía rápida y la 163, y veo como el tío se para desde los 150 metros de cota de Lorbé en ese lugar, mira Coruña a lo lejos, mira O Seixo Branco, y las bateas de mejillón abajo. Y casi se me pone a llorar, pues era la primera vez que veía el mar desde su bicicleta, después de 5 días de viaje.
Y es en estos momentos cuando valoro al máximo mi condición: de ciclista, de deportista no obsoleto, de gallego, y de mar.