Ven, 19 Ago 2022, 20:35
Asunto: Re: Diario de Freaky
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Al fin tenemos una aplicación para poder hacernos ricos gracias a los entrenamientos intensos. Con las cores, el medio fondo, las cuestas, las carreras a ritmo, la natación... al fin podré revolver mierda en la tierra de los perros ingleses para hacerme rico, no sé muy bien como. Porque, unida a la gilipollez del tema de los bitcoins y todo lo que lo rodea, está la ignorancia, analfabetismo y memez de las personas como yo. ¿Qué cojones se supone que busco?¿Busco un chip?¿Un cacho de un portátil?¿Una vez encontrado se lo vendo al payo ese?
Bueno, me lo estoy pensando. Y para prácticas, ya, porque no acerarme a la planta de Bens a que me dejen revisar las basuras informáticas, buscando chips, restos de datos personales de mi vecino y videos sucios de mis extrañas sesiones viendo pornografía en whatsup (cosa muy ilegal, y muy tabú). Así podré hacerme chantaje a mi mismo, y obtendré no se que mierda más se les puede ocurrir para agilipolarme aún más.
Actualizo que ya le toca.
MIÉRCOLES - Hacía muchos meses que no hacía continuidad con la carrera. Es decir, al viejo estilo. Correr, esperar 48 horas y volver a correr. Supongo que me dejé llevar por mis otros entrenos, y llevo unos años en los que he convertido en norma, separar las carreras para no forzar. Pero, lo de los entrenos de penca va dando sus frutos. He reducido las cores, y hago alternadamente, una semana de dos pencas y core, y una semana de dos cores y una penca. La continuidad del refuerzo de penca hace que me acuerde de la sensación de correr sin demasiado dolor.
El miércoles, después de la sesión de rodaje cuesta del lunes, me tiré a hacer un llaneo. Hice mi clásico de 11,7 km, desde Casa Mar, punta Dique, San Amaro, y vuelta a Casa Mar recortando por Parrote. Mucha gente corriendo, mucha gente conocida en el carril de corredores. Lo que sí tuve que hacer fue estirar el gemelo en San Amaro. Me encontré bien corriendo, ritmo de 4:58. Con la sensación de haber sido prudente.
JUEVES - Tocaba darle a la piscina. Sigo con el hombro a vueltas, pero hoy me acorde del puñetero manguito. El entreno del jueves fue lo habitual, en crucero, sin pisarle demasiado al no poder forzar el hombro izquierdo. Todos los miles salieron en 2:02. Al llegar a casa me encuentro el hombro peor y decido hacer con la goma ejercicios de activación del manguito rotador, que es como la mina de oro. El manguito es el Intel del hombro. Muchas veces el psoas me parece el centro de la cadera y las pencas. Si lo refuerzas te evitas muchas lesiones. Pero pocas veces te acuerdas del psoas específicamente. Con el manguito pasa lo mismo. Lo dejas estar, cual musculito Intel, y el cabrón se llena de virus y mierdas y acaba desestabilizando el resto del hombro, el resto de los grupos muculares.
Está claro que el párrafo anterior parecen las elucubraciones de un esotérico, pues sí, así es. Soy el analfabeto de siempre, pero describo las sensaciones. Y mi sensación con el manguito es que es el que maneja en la sombra. Hay que tenerlo contento, hay que darle de comer, y hacerle un masaje y un refuerzo (ambos con este ejercicio) para que el resto relativice.
Dicho y hecho. Una sesión de manguito, y la sensación es de extraordinaria mejora.
VIERNES - Por la mañana hice la penca. Unos 30 minutos. Y por la tarde me trasladé a las instalaciones en las que disfruto a hacer un entreno de ciclismo estático indoor. La cosa era hacer 90 minutos. Planteados en 60-40. Un 60% en llaneo clásico, a 215 vatios, sin desnivel, y 100 rpm, más o menos. Y un 40% en subida, 250 vatios, con un desnivel de 40 m por tramo. Segmenté los 90 minutos en cachos de 5 minutos, con lo que quedaron 18 tramos. Unos 39 km, 720 m de desnivel, 2:18 de media.
Con tanto tiempo en el gimnasio me divierto observando. En esta sesión había una criatura de esas que suspende claramente la gimnasia en la ESO, y saca matrículas en el resto de asignaturas. La criatura (masculina, para concretar) no sabía hacer nada. Una sentadilla era una especie de "protegerse de la lluvia". Todos sus movimientos eran así. No sólo había ineptitud, había desgana, había autismo. Todo a pesar de un entrenador personal que le llamaba "tío", y hacía lo imposible porque moviera las cuerdas esas que hay que levantar de arriba a abajo como si fuera un Marine. Aquel chaval no se acercaba a los Marines, lejos de Marines, lejos de Legionarios, lejos del Crossfit. Lejos físicamente. Lejos metalmente. Su cabeza, en medio del entrenamiento, jugaba claramente al Mindcraft, mientras esperaba que pasara el tiempo pagado.
Después apareció su madre. Señora de unos cincuenta. Con su cuerpo de IMC adecuado, pinta de directiva de Zara Home, muy proactiva en habiendo pagado un dinero y exigiendo resultados. Incluso le daba consejos al bueno del entrenador personal, que hacía muy bien su trabajo, pero cobraba de esta señora. Y mirando al chaval, me costó acabar el entreno por solidaridad. Porque los yonkis nos identificamos unos a otros. El yonki que soy yo, tenía una conexión con aquella criatura yonki de otras cosas, cosas en las que pensaba claramente. No sé si era una cosa de videojuegos, de libros, o de masterchef. El caso es que aquel tío no quería estar allí. Quería su chute, en otro lugar, y en otra vida. Y observando su expresión, los últimos dos minutos en de pié me costaron un huevo.
Da lo mismo lo que haga, Señora. Afortunadamente, en esta vida hay personas regladas, y hay yonkarras. Las regladas tienen la suerte de no encontrar nunca su mierda de aquiles, y llevar una vida estable y de disfrute. Los yonkarras se dedican a drogarse. Da lo mismo, Señora, lo que Ud. haga. El yonkarra va hacer lo que hacen todos los gatos... maullar. Y por mucho que se empeñé, la criatura empezará el bachillerato en las mismas penosas condiciones, pero con las cosas más claras que Ud. en toda su puta vida.